
Presentan segunda edición del libro 'El momento del Durango Barroco'
Han pasado 10 años del lanzamiento de la segunda edición de “El momento del Durango Barroco, arquitectura y sociedad en el siglo XVIII”, libro de la doctora en arquitectura María Angélica Martínez Rodríguez, un trabajo que permite conocer la historia de las edificaciones más importantes de esta entidad.
Con el afán de seguir distribuyendo la obra de gran valor históricamente hablando, el trabajo de Martínez Rodríguez se presenta hoy en el Archivo Municipal de Torreón, un privilegio al ser ya un libro vendido no solo en México, también en Estados Unidos y Europa.
“En México no es tan conocido y uno de los propósitos de presentarlo en Torreón fue difundir de lo que trata el libro”, explicó la autora que actualmente radica en España. “Trata sobre todo el patrimonio arquitectónico de Durango, cuando era capital de la Nueva Vizcaya, sobre todo cuando tuvo su mejor momento colonial en el siglo XVIII”, añadió.
DURANGO, SU GENTE Y SUS EDIFICIOS
En palabras de su autora, el libro es sencillo, de 270 páginas, con fotografías de algunos edificios de Durango e imágenes de tratados de arquitectura renacentistas y barrocos que permiten hacer un análisis comparativo y entender sus elementos.
Está divido en cuatro capítulos, el primero de ellos sobre los antecedentes históricos de lo que era la Nueva Vizcaya, desde que nace hasta que se consolida, pasando por los momentos de crisis y recuperación.
Mientras en el segundo capítulo se hace un repaso por su gente, por aquellos habitantes de Durango, de los que se logra saber quiénes eran, qué vestían, cuáles eran sus propiedades y hasta qué leían, todo esto sustentado con una severa investigación, con apoyo de documentos, un padrón, diarios, inventarios de la época y la consulta de distintas fuentes de archivos históricos que permitieron a la autora reconstruir el tono de vida de los habitantes de esa época. “Todo esto da una idea de ese ambiente y de cómo eran en esa época”, dijo.
Así, los primeros dos capítulos de su obra sirven para dar contexto a los dos episodios restantes, en los que la escritora se centra en la figura del arquitecto en Durango, “El Maestro Mayor”, de quien se indaga en sus conocimientos y hasta sus salarios. Después pasa al mundo formal, en el que aborda los repertorios que había en la entidad, es decir, los proyectos arquitectónicos y en cómo eran conceptualizados.
“La arquitectura en Durango combina distintos estilos, así que también se hace un análisis de dónde provienen muchos elementos de la arquitectura, como se ve en su Catedral, el exColegio de los Jesuitas o Santa Ana”, mencionó.

UN ANÁLISIS DE LA ARQUITECTURA
Por todo esto considera que los capítulos permiten reconstruir cómo era esa arquitectura. “Nos damos cuenta de que era una arquitectura culta, que combinaba elementos clásicos, pero que tenía un diseño propio, con elementos distintos o artes menores”.
Es así que la última parte del libro es un análisis detallado de la arquitectura religiosa y civil, la primera sobre sus templos y la segunda sobre lugares particulares como el Conde de Suchil o la Casa de Zambrano, así como otros edificios que van desde casonas de las que se tiene menos contenido histórico.
Con todo este contenido, “El momento del Durango Barroco, arquitectura y sociedad en el siglo XVIII” se vuelve fácilmente en una obra educativa o académica. “El contenido indudablemente es educativo, científico. Todo está perfectamente referenciado, así que se tienen datos de todas la construcciones y además de que da los datos y referencias para todos los que nos interesa el patrimonio histórico y cultural de Durango, así que sí lo recomendaría como eso, como algo académico”, concluyó.
La obra de María Angélica Martínez Rodríguez se encuentra a la venta en Durango en la librería de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
En este mismo lugar se encuentra otro destacado libro, “La Catedral de Durango”, una monografía que se hizo a partir del capítulo del “Momento”, de “El momento del Durango Barroco, arquitectura y sociedad en el siglo XVIII”.
