
Gracias a su alto contenido en hierro, la lechuga es un alimento que alivia el cansancio, la fatiga y la anemia.
La lechuga romana es altamente nutritiva, porque no solo es una hoja de gran sabor, también está conformada por vitaminas y minerales.
Es uno de los alimentos más saludables que existen y al ser un vegetal que se come crudo, no sufre el proceso de cocción, que muchas veces disminuye sus propiedades naturales.
Sus propiedades son más que saludables, veamos algunas:
Proteínas: permite crear a nuestro organismo nuevas proteínas, responsables de construir tejidos, como los de nuestra masa muscular. Es una proteína completa por lo que tiene todos los 8 aminoácidos esenciales.
Calcio y Omega3: la lechuga romana es de hoja verde, larga y crujiente. Es una de las variedades que más vitaminas y propiedades tiene, con alto contenido en minerales y Omega.
Vitamina C: hay quien dice que tiene más vitamina que una naranja. La lechuga romana está repleta de los antioxidantes vitamina C y vitamina A, que juegan un papel clave en el equilibrio y mantenimiento de muchos sistemas en el cuerpo.
Hierro: una cabeza de lechuga romana contiene 6 mg de hierro, lo que supone una importante fuente de hierro en la dieta de los vegetarianos y veganos.
Agua: la lechuga romana tiene un contenido de agua extremadamente alto. Y es baja en carbohidratos, azúcar y fibra.
Rica fuente de vitamina A, B y K: como ocurre con la mayoría de los vegetales de hoja verde, la lechuga romana es rica en beta-caroteno, vitaminas del grupo B y K.
Bajos niveles de ácido oxálico: la lechuga romana podría ser una buena opción si sufres problemas renales, ya que tiene una cantidad muy baja de este anti-nutriente.
Rica en minerales: aunque su color es más claro, la hoja verde de la lechuga romana es muy rica en minerales. Su cogollo contiene cobre, magnesio, fósforo, potasio, selenio y zinc.
Medicina natural. Se ha demostrado que la lechuga previene la arteriosclerosis al activar la circulación y es un potente diurético, muy recomendable en caso de retención de líquidos. También, favorece el tránsito intestinal, evita las flatulencias, la inflamación abdominal y ayuda a una buena salud digestiva, evitando el estreñimiento.