Rumbo a Pasaje y Yerbanís en eclipse de 1923

La guerra dejó en una situación deplorable a Alemania, la ciencia, como otras áreas, no eran prioritarias en la etapa de reconstrucción, quedando sin presupuesto por varios años, restringiendo al mínimo toda expedición de astrónomos a futuros eclipses totales.

Freundlich, el astrónomo alemán más cercano que siempre había creído en Einstein y había intentado viajar en todos los eclipses posibles, algunos años después y ya terminada la guerra, pudo organizar una expedición en 1922 a la Isla de Navidad en Indonesia, pero para colmo de males, el mal tiempo estuvo presente dejándolo sin posibilidad alguna de fotografiar y hacer mediciones en este fenómeno astronómico.

En el mismo eclipse en ese año de 1922, la Universidad de Lick, con una expedición encabezada por el astrónomo William Wallace Campbell, estableció su campamento en Australia en el poblado de Wallal; ahí logró el anhelo más deseado, después de muchos intentos y largos viajes, tuvo las mejores condiciones climáticas, sin nube alguna que les obstaculizara a las tomas fotográficas. Pudo realizar un gran número de tomas, con una claridad lograda que le permitieron ofrecer el material que validaría, sin duda alguna, a la Teoría de la Relatividad de Einstein. Este gran logro pasó desapercibido en la prensa mundial, las notas de este suceso se publicaron en páginas interiores y con escasas líneas. La noticia sobre la validación ,con todo y las dudas que presentaba lo expuesto por Eddington en el eclipse de 1919, le habían dado ya la celebridad a Einstein.

Ambos científicos, el alemán Freundlich y el norteamericano Campbell, con todo y la validación aprobada, siguieron las recomendaciones dadas por el comité que había dejado la duda en 1919, haciendo planes y programas para realizar mediciones futuras con cámaras especiales para seguir reconfirmando el efecto Einstein, en el siguiente eclipse de 1923 en México.