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Los talibanes afirmaron este jueves que el Banco Mundial reabrirá su oficina en Afganistán para completar decenas de proyectos ya empezados, mientras el país asiático continúa sumido en una grave crisis económica y social agravada por el corte de la ayuda internacional.
“El Banco Mundial recomenzará sus operaciones en un mes, y ha acordado iniciar el pago de unos 45 proyectos incompletos en Afganistán”, dijo a EFE el portavoz del Ministerio de Finanzas talibán, Ahmad Wali Haqmal.
Según la fuente, este desarrollo es fruto de las “negociaciones constantes” del Ministerio de Finanzas y la institución financiera mundial, después de que ésta suspendiera sus proyectos cuando los talibanes se hicieran con el control de Kabul en agosto de 2021.
Sin embargo, unos 280 millones de dólares del Fondo Fiduciario de Reconstrucción de Afganistán (ARTF) fueron transferidos a organismos de Naciones Unidas en diciembre de 2021, aunque con la promesa de que quedarían lejos de las manos de los talibanes y serían controlados por organizaciones no gubernamentales.
Tras anunciar en marzo de 2022 una reanudación de algunos proyectos valorados en 600 millones de dólares y destinados a los sectores de la educación, la salud o la agricultura, el Banco Mundial dio marcha atrás ese mismo año después de que los talibanes prohibiesen a las afganas regresar a las escuelas de educación secundaria.
El pasado noviembre, el inspector general que supervisa la ayuda humanitaria estadounidense para Afganistán, John Sopko, denunció ante el Congreso que los talibanes se quedan con parte de los más de 2 mil 500 millones de dólares aprobados por Estados Unidos desde su salida del país en 2021, principalmente para ayuda humanitaria y para desarrollo.
Afganistán se encuentra sumido en una profunda crisis económica y social, tras décadas de conflicto, y la llegada de los talibanes al poder en 2021 agravó la situación al complicar el envío de ayuda humanitaria para la reconstrucción de Afganistán.