
Según la UNESCO, el número de estudiantes en universidades se ha duplicado a nivel global en las dos últimas décadas.
La nueva oferta educativa es muy variada, pero sobre todo, responde a las necesidades y al momento social, económico e histórico que se vive en México.
Por ejemplo, la licenciatura en Fisioterapia es para dar respuesta a parte de las consecuencias que dejó la pandemia por COVID-19, especialmente con lo que tiene que ver con la necesidad de rehabilitación física.
Por otro lado, el objetivo general de la licenciatura en Química es "formar profesionales de las ciencias químicas con conocimientos, competencias, actitudes y valores que les permitan analizar y transformar recursos naturales, así como diseñar y sintetizar nuevos materiales", explicó María Rita Plancarte Martínez, rectora de la Universidad Autónoma de Sonora.
Con relación a la Ingeniería en Semiconductores, se busca formar al personal calificado que dé respuesta a las necesidades de los esquemas tecnológicos de cada entidad.
El objetivo general de la carrera reza de la siguiente manera: "formar profesionales altamente innovadores, emprendedores y con liderazgo, conscientes de su responsabilidad social y compromiso con el desarrollo tecnológico, sin dejar de lado la protección al medio ambiente".
Según el profesor António Nóvoa, parte de la Comisión Internacional de la iniciativa "Los futuros de la educación", de la UNESCO, lo más oportuno es que exista un proyecto propio por cada universidad. Esta iniciativa busca reformular el conocimiento, el aprendizaje y la educación en un mundo de creciente complejidad.