Abel, el duranguense que acabó con una familia por 'resentimiento' | VIDEO

El próximo mes de noviembre se cumplirán 17 años de un hecho violento suscitado en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, en el que un joven de origen duranguense, acabó con la vida de su padre, madrastra y medias hermanas.

Este caso conmovió no solo a Sinaloa, sino al país entero, debido a la confesión del autor intelectual sobre la razón por la que asesinó a su familia.

Se trata de Abel Francisco Romero Cota, un joven que cursó parte de su educación media superior en el Colegio de Ciencias y Humanidades, en la ciudad de Durango, lugar del que poco después partió para irse a vivir, junto con su padre, un exagente de la delegación Durango de la Procuraduría General de la República.

Fue en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, donde el joven Abel, se fue a vivir con su padre, quien ya había hecho vida con una mujer y donde además había procreado tres hijas.

Resentimiento

La confesión ante la autoridad sobre la razón por la que se cometió el mutihomicdio fue estupefacto: Resentimiento hacia su padre.

Plan "fachada"

Abel, de 20 años de edad, había declarado, inicialmente, que había llegado a su casa y tras subir a la recámara de su padre lo encontró asesinado a balazos junto con su esposa, de ahí se dirigió a la habitación de sus tres medias hermanas de cinco, 12 y 13 años, y también las habían matado.

El Siglo de Durango informó sobre la matanza de la familia, conociéndose posteriormente que el jefe de ésta respondía al nombre de Avelino Romero Cota, quien había sido subdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Gómez Palacio y agente del Ministerio Público Federal en la ciudad de Durango.

Fue en el fraccionamiento Las Misiones, donde quedaron sin vida, Avelino Romero Cota, de 42 años (padre); su madrastra, Enriqueta López Rodríguez, de 34; y de sus tres medias hermanas, Cecilia Guadalupe, Lluvia Esmeralda y Shakira Rubí, de 13, 12 y cinco años, respectivamente.

Todo "normal"

Abel aseguró que había salido de su casa rumbo a la escuela a las 6:00 de la mañana, el 23 de noviembre de 2007, pero no se dio cuenta de la situación de su familia, presumiendo que aún estaban con vida, pues en la noche aseguró que no escuchó nada.

De regreso, al mediodía, llegó a su vivienda y notó todo muy tranquilo y al subir a la planta alta abrió la recámara de su padre y lo vio muerto junto con su esposa en un charco de sangre, de inmediato corrió hacia la habitación de las niñas y se percató que también las habían asesinado a balazos.

Era un plan para heredar todo

Tras una serie de contradicciones en las declaraciones, se pudo constatar que todo era mentira y, por lo contrario, había preparado un plan para los asesinatos.

El entonces joven, de 20 años de edad, Abel, convenció a un amigo para que le ayudara a matar a su familia a cambio de una camioneta y dinero, y juntos entraron a la casa para asesinarlos con un “cuerno de chivo”.

Avelino Romero Cota (papá) fue exagente del Ministerio Público Federal y en ese entonces era propietario de una gasolinera en Guasave.

Tras ello fueron detenidos cuatro presuntos responsables del multihomicidio y que entre ellos se encontraba el hijo del exagente federal muerto:

• Rubén Lafarrate Rodríguez, de 25 años.
• Gildardo Orduño López, de 33 años.
• Jesús Alan Valdés Castro, de 20 años.
• Abel Francisco Romero Castro, de 20 años de edad.

Tras realizar una minuciosa investigación, los agentes de la Policía Ministerial de Sinaloa lo declararon nuevamente y al observar que se contradecía lo presionaron y lograron que confesara la verdad.

La verdad tras el hecho

Abel acabó por aceptar que él planeó el multihomicidio por qué tenía resentimiento con su padre, pues lo culpaba de haber provocado que su madre se suicidara y que le guardaba rencor a su madrastra porque le daba preferencia a sus medias hermanas.

Agregó que Rubén fue quien lo acompañó a la casa para matar a su familia, Jesús Alan llevó al autor material al lugar de los hechos, pero al parecer no sabía que iban a cometer el delito; y Gildardo, primo de Abel, fue quien le prestó el arma, tampoco sin saber que la usaría para asesinar a sus familiares.

Toda una vida en prisión

Abel, actualmente con 37 años de edad, cumple una condena de 87 años de prisión, que podría cumplir en el 2094.

YL