Adicciones: una problemática social en Durango
La problemática de las adicciones en México va en aumento, al igual que sus consecuencias, y Durango no es la excepción, por lo que es necesario fortalecer los mecanismos de prevención desde el hogar, así como las acciones institucionales para frenar este flagelo social.
En entrevista para El Siglo de Durango, el psicólogo del ISMED y especialista en el tema de adicciones, Adrián Guadiana, expuso que se trata de un problema social, ya que las drogas pueden causar efectos psicóticos y, durante los últimos años, se ha incrementado el consumo de drogas sintéticas como el "cristal", en Durango.
El también catedrático de la Facultad de Psicología de la UJED advirtió que cuando una persona está bajo los efectos de las drogas, su comportamiento es impredecible, lo que representa un riesgo para sí mismo y para los demás.
Asimismo, algunas drogas psicoactivas pueden aumentar el impulso sexual y causan efectos psicóticos y alucinaciones, por lo que el autocontrol social y de comportamiento desaparecen. Se pierde la percepción de la realidad y ya no hay moral.
Explicó que los procesos llegan de manera repentina y se diluye el autocontrol, por lo que resultan tan peligrosos.
Asimismo, los inhalantes pasan directamente al cerebro, por lo que lo destruyen, aunado a que en la actualidad hay quienes los mezclan con metanfetaminas y alcohol.
Para el especialista, es preocupante que se haya despenalizado la marihuana, ya que aumentó el consumo, y algunos jóvenes ahora creen que no hace daño y tienen un consumo desmedido.
Las adicciones han impactado también en la problemática de la indigencia, ya que, como en el caso del feminicida de Lili, hay personas que están siendo expulsadas del hogar por su adicción.
Comentó que hace algunos años la sociedad duranguense no se hubiera podido imaginar que el consumo de drogas creciera exponencialmente, por lo que llamó a actuar desde la familia.
Para obtener el grado de Maestría hizo un estudio con grupos focales, en el que pudo constatar que el 90 por ciento de los adictos y sus familias, no saben en realidad las consecuencias de lo que están consumiendo.
Y, aunque esto no justifica sus acciones, deja en evidencia la importancia de propiciar una psicoeducación y acciones preventivas de manera institucional y desde el hogar.
Enfatizó que es necesario estar al pendiente de cambios drásticos en el comportamiento de una persona y de síntomas como la dilatación de sus pupilas, si están más agitados de lo normal, si tienen un lenguaje desestructurado, si empiezan a cambiar de amistades o son más rebeldes, y si bajan sus calificaciones o rendimiento en clases, ya que podrían ser síntomas de consumo de drogas y se tiene que actuar de inmediato.
