Alien Enemies Act
Donald Trump, el presidente electo de EUA, planea usar una antigua ley llamada Ley de Enemigos Extranjeros (Alien Enemies Act) para deportar rápidamente a personas no ciudadanas de México. Esta ley, que data de 1798, se utilizó en el pasado para internar a ciudadanos de origen japonés, alemán e italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Trump sugiere que podría aplicar esta ley de tal manera que no sería necesario probar vínculos con carteles de drogas, lo que permitiría deportaciones sin juicio.
Sin embargo, algunos expertos creen que esto podría ser complicado, ya que la ley solo se puede usar en tiempos de guerra o cuando hay una "invasión", situaciones que no se aplican a la relación actual entre Estados Unidos y México. Aunque la ley podría ser anulada, parece poco probable que se use debido a la falta de una amenaza de guerra.
La ley permite al Presidente detener y deportar a personas no ciudadanas en situaciones de conflicto, pero no hace distinciones entre inmigrantes legales e ilegales o entre aquellos que representan una amenaza y los que no. Históricamente, se ha aplicado en tiempos de guerra, pero no hay precedentes de su uso para deportaciones masivas relacionadas con el narcotráfico.
Los tribunales tienden a interpretar "invasión" en un contexto militar, no en relación con actividades criminales. Además, existe una doctrina que limita la intervención judicial en decisiones políticas del gobierno. Desde 1798, los tribunales han ampliado las protecciones constitucionales, lo que podría dificultar la aplicación de esta ley. Una alternativa sería que el Congreso derogara la ley, como se ha propuesto con la Ley de Vecinos no Enemigos, que busca reemplazarla con normas más justas y modernas.
Además, sería imposible deportar aproximadamente a un 45 por ciento del total de 11.3 millones de personas que se encuentran viviendo en Norteamérica de manera ilegal, según estimaciones del Instituto de Políticas Migratorias, aunque según cifras de ese mismo Instituto, el número de inmigrantes mexicanos no autorizados lleva más de 15 años disminuyendo y se ha reducido en un 34 por ciento des de 2007, pasando de 7.7 millones de personas a 5.1 millones en 2022. Además, la proporción de migrantes mexicanos que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos de forma irregular se ha reducido.
Asimismo, las Convenciones de Ginebra prohíben a los estados detener o deportar a personas que no son ciudadanos por el mero hecho de no estar viviendo legalmente en ese país de una potencia enemiga. Afirman además que debe haber una sospecha individualizada de que una persona no ciudadana quedará informadamente calificado de "representar una verdadera amenaza para la seguridad presente o futura del estado".
Siguiendo tales construcciones, los jueces pueden considerar que la Ley de enemigo extranjero se contradice con la constitución.