Un vuelo de Turkish Airlines con destino a Taipei vivió momentos de pánico cuando la aeronave, un Boeing 777-300, atravesó fuertes turbulencias el pasado 5 de septiembre, el vuelo TK24, que había despegado del aeropuerto de Estambul a las 16:59 horas, sufrió el impacto de las condiciones climáticas adversas dos horas antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Taoyuan, en Taipei.
A bordo del avión viajaban 214 pasajeros y 17 miembros de la tripulación, como resultado de las turbulencias, al menos seis personas resultaron heridas, entre ellas dos tripulantes y cuatro pasajeros. Dos de los heridos fueron trasladados a un hospital cercano para ser evaluados, mientras que los demás fueron atendidos en el lugar.
Las turbulencias provocaron caos dentro del avión, haciendo que los compartimentos superiores se abrieran y el equipaje de los pasajeros cayera al pasillo, imágenes compartidas en redes sociales muestran la escena dentro de la cabina, con carritos de servicio de comida volando por el pasillo y el suelo cubierto de restos de alimentos y platos. En uno de los videos, una pasajera trata de quitarse comida del cabello tras el violento sacudón.
El incidente ocurrió mientras el avión se encontraba en el espacio aéreo chino, a altitud de crucero. Ante la situación, el piloto alertó a los servicios de emergencia del Aeropuerto de Taoyuan, que rápidamente desplegaron equipos para recibir la aeronave en caso de daños. A pesar del pánico a bordo, el avión aterrizó sin problemas a las 18:01 horas, y los pasajeros pudieron desembarcar sin más inconvenientes.
Un portavoz de la aerolínea confirmó el incidente, explicando que la turbulencia fue causada por condiciones climáticas adversas. Tras una inspección y varias horas en el aeropuerto de Taipei, el avión retornó a su ciudad de origen sin presentar mayores complicaciones.