Música. De temas como Sabor a Mí o Piel Canela a Lento de Julieta Venegas, el ambiente fue amenizado con canciones icónicas mexicanas. Fue como un viaje a los 2000.
El Museo Anahuacalli de la Ciudad de México se hiz presente para la primera colección de Carolina Herrera presentada en México. Se trató de la colección Resort o Crucero 2025, la cual fue un homenaje a la artesanía mexicana. El director creativo de la marca, Wes Gordon, había visitado múltiples veces nuestro país antes de decidir dedicar una colección a su riqueza artesanal.
Con una visión clara de resaltar el legado y tradición, el equipo de la casa Herrera trabajaron de la mano con un equipo local para presentar lo que fue una colección romántica y colorida. Maquilladores, estilistas, fotógrafos y modelos mexicanas fueron parte de la colección Resort 2025. La propuesta de Gordon para la temporada es fiel a los códigos de la marca; color, volumen y cortes ultra femeninos. Estos son algunos apuntes importantes de esta muestra, de acuerdo al medio especializado Vogue.
Las invitaciones, el escenario y la presentación del desfile resaltaron el rosa mexicano, uno de los colores más representativos de nuestro país. Acuñado por el veracruzano, Ramón Valdiosera, se ha convertido en un símbolo de la Ciudad de México. Basta con visitar algunas de las casas de Luis Barragán que son joyas citadinas o repensar que hasta hace unos años, la capital mexicana llevaba este color oficialmente. En la colección de Carolina Herrera, hubo algunas variaciones de rosas y algunas prendas con toques específicos de esta tonalidad.
VIVO Y ALEGRE
Sin duda, la Ciudad de México se caracteriza por su vibrante escena y eso se ve reflejado en los colores que se perciben en sus calles. Siendo parte de los códigos estéticos de Herrera, una colección colorida y vivaz sacudió la pasarela. Podríamos decir (y apreciar) un amarillo cempasúchil, un azul como la casa de Frida Kahlo, un burdeos a tono del cacao y blanco y negro. ¡Viva la vida!
LA MARIPOSA
En México, cada año, la mariposa monarca hace uno de los viajes más largos de migración para cubrirse el invierno. En nuestro país, hay varios santuarios dedicados a la preservación de su hábitat natural. En esta colección, Wes Gordon tomó como punto de inspiración a las mariposas y las plasmó en algunos vestidos con aplicaciones que dan la impresión de moverse.
TRADICI?N
No toda la colección está intervenida por bordados tradicionales mexicanos, sino piezas selectas. En algunas blusas se aprecian los bordados tradicionales del estado de Hidalgo, las cuales fueron hechas por la maestra artesana María de los Ángeles -quien es parte de Original, un organismo que es parte de la Secretaría de Cultura de México-. Además, la maestra artesana Virginia Verónica Arce de Xicohténcatl, Tlaxcala, intervino algunas prendas de encaje.
CER?MICA Y JOYER?A
Las piezas de joyería fueron hechas a mano por Araceli Nibra Matadamas de Oaxaca, usando jícara y con firmas de flores, inspiradas en el mercado de Jamaica, "como si estuvieras mirando todos los diferentes baldes de flores", afirma Vogue Runway.
PEINADOS ROM?NTICOS
El maquillaje y el cabello fueron acorde a la colección; discreto pero con un pop de color. Trenzas con moños, así ha sido la intención de beauty de una colección tan romántica como especial y colorida.
Agencias