Tomar un desayuno puede ser práctico, las famosas 'tostadas' son una opción para esas mañanas apresuradas.
Aunque es bien sabido que el desayuno es la parte más importante de los alimentos de todo el día, ya que es el prime "empujón" para iniciar llenos de energía el día, hay quienes aún creen o consideran que pueden saltarlo e incluso dar un gran paso hasta la hora de comer.
Esa no tan pequeña omisión del desayuno es sin duda uno de los más grandes errores nutricionales, ya que hablando de salud, puede tener consecuencias y algunos malestares que podrían durar todo el día. Dolor de cabeza, sueño, falta de energía, pesadez y hasta un cambio de humor (...) síntomas que definitivamente nadie quiere pasar.
Es por ello que aquí se puntualizan el cómo y el por qué del desayuno, es decir, cómo desayunar y por qué hacerlo.
EL DESAYUNO, LA COMIDA PRINCIPAL
La razón más obvia de por qué desayunar o "romper el ayuno" es muy simple.
Hacer un desayuno saludable ayuda a cumplir las recomendaciones nutricionales diarias, y hay que desayunar todos los días, de manera variada, completa y equilibrada para que contar con al menos el 20 por ciento de las necesidades nutricionales del día.
Sobre el cómo, en realidad no existe uno ideal o una regla muy estricta de qué, ya que hay un sinfín de combinaciones posibles en función de las necesidades y circunstancias personales de cada persona, pues hay quienes podrían comer hasta tres huevos por la mañana o quienes prefieran una ensalada con pollo al grill.
Las recomendaciones también varían en función de la edad, el sexo, la situación social y geográfica, entre muchas otras circunstancias.
LO MÁS BALANCEADO POSIBLE
Hay que decirlo. El café acompañado de un pan no es ni de cerca la mejor opción para desayunar, ni pensar o decir cosas como "no me da hambre temprano" o "no tengo tiempo de preparar", pues como se menciona, hay más opciones o posibilidades de qué desayunar que pretexto.
Es así como se sugiere que el desayuno debe incluir al menos tres grupos de alimentos principales: cereales, proteína (lácteos o carnes) y fruta.
En el caso de los cereales, se recomienda consumirlos integrales, ya que aportan más fibra y evitar los que indiquen el azúcar como uno de los primeros elementos de la lista de ingredientes o que tengan este añadido, jarabe de maíz, miel, azúcar moreno y la dextrosa en grandes proporciones.
Respecto a la proteína, no siempre se trata de un pedazo de carne o pollo, pues en esta opción entran los lácteos, que abarcan desde un vaso de leche hasta un yogurt. El tema aquí parte del nivel de grasa y las calorías que puede ofrecer una u otra opción.
Es por eso que hay que intentar consumir los más saludables y con menos contenido en grasas.
Sobre las frutas, son importantes ya que aportan vitaminas, minerales y fibra, además de ayudar en la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad, por lo que deben ser uno de los alimentos presentes cada día.
UN CUARTO GRUPO, NECESARIO
Expertos en nutrición recomiendan complementar el desayuno con un cuarto grupo de proteínas magras, como las legumbres o huevos.
Lo anterior forma parte de un desayuno por excelencia en México, una porción de frijoles y un huevo frito o cocido (como mínimo).
La combinación de todos estos cuatro grupos aporta al organismo hidratos de carbono complejos, fibra, proteína, agua y una adecuada cantidad y calidad de grasa, además de contribuir a cubrir las necesidades de vitaminas y minerales de la dieta diaria.
Por todo esto es que "saltarse" el desayuno no debería seguir siendo un tema de discusión, pues omitirlo no es una buena idea pero, realizarlo aporta grandes beneficios para la salud.
Enérgico
El desayuno es la primera comida del día, la que corta el "ayuno" y brinda la mayor energía para iniciar las actividades.