¿Cuáles son las deudas que no se borran del buró de crédito y cómo podrían afectarte?

El Buró de Crédito registra todas las deudas activas y pasadas de una persona, y aunque algunas se eliminan con el tiempo, otras permanecen de forma indefinida. Conocer estas deudas es fundamental para mantener un historial financiero saludable.

¿Cuáles no se borran?

1. Deudas mayores a 400 mil UDIS (Unidades de Inversión).- Este tipo de deudas, que equivalen a varios millones de pesos, se relacionan con financiamientos significativos como hipotecas y préstamos empresariales.
2. Deudas en proceso judicial.- Si una deuda se encuentra en litigio, esta permanece en el Buró hasta que se resuelva legalmente, lo que limita la posibilidad de acceder a nuevos créditos.
3. Deudas por fraude.- Los adeudos derivados de actividades fraudulentas o uso indebido de crédito son registros permanentes en el Buró de Crédito, afectando la confiabilidad del usuario frente a instituciones financieras.

¿Cómo podrían afectarte?

Tener deudas permanentes en el Buró de Crédito afecta directamente tu calificación, lo que eleva las tasas de interés y limita el acceso a nuevos financiamientos. Incluso puede influir en oportunidades laborales, pues algunas empresas revisan el Buró para evaluar el perfil financiero de un candidato.

¿Por qué es importante pagar?

Liquidar las deudas en la manera de lo posible, además de mejorar tu historial, asegura mejores condiciones crediticias, acceso a financiamientos y mayores oportunidades financieras. Mantener una relación positiva con el Buró de Crédito es esencial para la estabilidad económica y la apertura a oportunidades futuras.

Conocer y atender las deudas que pueden quedarse indefinidamente en el Buró de Crédito es esencial para preservar un historial financiero sólido. Mantener tus cuentas en orden y evitar acumulaciones excesivas no solo facilita el acceso a mejores tasas y financiamientos, sino que abre puertas a nuevas oportunidades laborales y personales. A largo plazo, el esfuerzo por liquidar o renegociar las deudas mejora significativamente la calidad de vida, ofreciendo tranquilidad y estabilidad en tus finanzas.