Denuncian fraude con el Programa para el Bienestar en Poanas
Fernando Pulgarín González es productor de El Potosino, municipio de Nazas, y fue objeto de un fraude por parte de "una amiga" que consideraba parte de su familia, que no solo lo engañaron a él, sino también al programa Producción para el Bienestar.
Explicó que él formaba parte del programa Procampo, que desapareció la actual administración federal para implementar el programa Producción para el Bienestar, pero quienes ingresaron al nuevo no deberían de haber formado parte del Procampo ni sus tierras.
Él tenía todavía unas hectáreas que no dio de alta en el Procanpo, por lo que las registró para Producción para el Bienestar, pero como no podía usar su nombre, usó el nombre de una amiga de la familia, la señora Sandra, quien además es la presidenta del grupo católico del poblado y esposa del comisariado ejidal, su compadre.
“Todos le hacen así oiga, en el campo todos ponen a mediadores para inscribir sus tierras a estos programas y recibir los apoyos federales a través de terceros, incluso existen formatos para que se puedan registrar de este modo las tierras”, comentó Pulgarín González.
Se registraron en el año 2019 para que en el 2020 llegaran los primeros apoyos, tres mil 100 pesos por hectárea y él registró dos, por lo que el programa federal le enviaba seis mil 200 pesos al año.
El problema es que el dinero le llegaba a la señora Sandra, pero en el 2020 ella no le entregó nada a Fernando de los apoyos recibidos; llegó el 2021 y tampoco; el 2022 y 2023 nada y este año, después del reclamo constante, le dio a Fernando los seis mil 200 pesos.
“En estos cinco años solo he recibido de apoyo seis mil 200 pesos, los demás se ha quedado la señora Sandra y el Comisariado con el dinero”, dijo.
Pero desde el 2022 hasta el 2024 les han entregado por beneficiario 16 costales de fertilizantes por año y en esos tres años de apoyo de fertilizantes no le han dado ningún costal.
Fernando Pulgarín ya denunció estos hechos a la coordinación nacional del programa y dejó una copia de su denuncia a El Siglo de Durango, “busco que, si ya no me van a dar nada, pues que tampoco les den a ellos, o si se puede cambiar al beneficiario; yo confíe en la señora Sandra porque es la que anda ahí arreglando la iglesia, y se decía buena católica, pero ya vimos que no, no es así”, concluyó.