Durango

ENTREVISTA

Día de Muertos, una mezcla de tradiciones: Javier Guerrero

El historiador y cronista duranguense profundizó en los orígenes y evolución de esta festividad en la entidad

Día de Muertos, una mezcla de tradiciones: Javier Guerrero

Día de Muertos, una mezcla de tradiciones: Javier Guerrero

JUAN M. CÁRDENAS

El ritual de honrar a los muertos en Durango ha experimentado una transformación a lo largo de los siglos, revelando una historia de adaptación cultural que entreteje las tradiciones franciscanas, la modernidad del siglo XX y las influencias contemporáneas del centro de México y de Estados Unidos.

Así lo explicó el historiador y cronista duranguense, Javier Guerrero Romero, quien en una reciente entrevista profundizó en los orígenes y evolución de esta festividad en la entidad.

Según Guerrero Romero, no existe evidencia documental de las primeras celebraciones que apuntaran a un Día de Muertos en años específicos; pero las primeras manifestaciones de la celebración de los difuntos en Durango se remontan a la época de la Colonia, cuando los franciscanos introdujeron las costumbres católicas de distintas maneras, para fines de evangelización. Sin embargo, estas prácticas iniciales eran sencillas y se limitaban a misas especiales y visitas a los cementerios, que en aquel entonces solían estar ubicados adentro o junto a las iglesias.

“La celebración franciscana era una celebración muy sencilla que consistía simplemente en recordar con la misa de Fieles Difuntos, en la en la Misa de Gallo que se conocía, y el acudir al cementerio a realiar una limpieza en el espacio”, explica el historiador.

Con el paso del tiempo y la implementación de las Leyes de Reforma, los cementerios fueron trasladados a lugares más alejados, lo que generó la necesidad de llevar a cabo pequeñas ofrendas en las tumbas. No obstante, la falta de disponibilidad de flores frescas en la región, por cuestiones comerciales, limitó estas ofrendas a arreglos de papel o cera.

“La tradición más contemporánea, con altares, caminos de cempasúchil y demás elementos, es relativamente reciente en Durango. Fue a partir de los años 70 que se empezó a difundir a través de programas educativos, adoptando elementos de las celebraciones del centro del país”, refirió.

Esta influencia del centro de México fue impulsada por la Secretaría de Educación e introdujo elementos como los altares de muertos, los caminos de cempasúchil y la figura de la Catrina, enriqueciendo así la celebración duranguense. Sin embargo, es importante destacar que esta tradición no reemplazó por completo las prácticas locales preexistentes.

“Todavía el Día de Muertos, como el Día de la Madre, como otros días festivos, alrededor de de los seres queridos ya fallecidos, vamos al panteón y lo que vamos a ver es la gente limpiando sus tumbas, llevando ahora sí flores vivas, pero todavía flores de papel, llevando y comiendo con el con el difunto, llevándole la comida que le que le gustaba el difunto, pues esa es la tradición que prácticamente desde la época colonial se empezó a gestar”, señala Guerrero Romero.

INFLUENCIA DEL NORTE

Uno de los factores que más ha influido en la celebración del Día de Muertos en Durango, ha sido la llegada de migrantes mexicanos provenientes de Estados Unidos a finales del siglo XX. Debido a que los paisanos trajeron consigo elementos de la celebración de Halloween, como las calabazas y los disfraces, lo que ha generado un sincretismo cultural.

El Cronista de la Ciudad consideró que esta fusión ha enriquecido la celebración, creando una identidad propia y única.

LA PERSPECTIVA INDÍGENA

Cabe destacar que la celebración del Día de Muertos no es prehispánica sino que, como ya se ha expuesto, comenzó a fraguarse durante la dominación española. Aún así, aunque las tradiciones indígenas prehispánicas han sido en gran medida consumidas por las creencias católicas y las costumbres coloniales, aún persisten ciertos rasgos en la celebración a los muertos en esta región.

Por ejemplo, en algunas comunidades indígenas se llevan a cabo rituales ancestrales para guiar a los espíritus de los difuntos en su viaje hacia “el más allá”.

“En las comunidades indígenas, la celebración de muertos no estaba relacionada con una celebración en particular o no estaba relacionada necesariamente con el día 2 de noviembre. En los pocos pueblos nativos sobrevivientes de Durango, como es la cultura o’dam o tepehuanos, lo que realizan es lo que llaman ‘la corrida del alma’; pero es la celebración que hacen ante un difunto para ayudarle a que el alma transite a un mejor terreno”, abundó Guerrero Romero.

ADAPTACIONES

En términos generales, el Día de Muertos en Durango ha sido una celebración dinámica, que ha mostrado su evolución a lo largo de los siglos al ser moldeada por diversas influencias, desde las tradiciones indígenas hasta las costumbres coloniales y las tendencias culturales contemporáneas. Esta fusión de elementos ha dado como resultado una festividad con amplio significado, que refleja la diversidad de la identidad duranguense.

Escrito en: tradiciones HISTORIADOR Entrevista Durango DÍA DE MUERTOS CRONISTA celebración, Guerrero, Muertos, elementos

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Durango

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas