El 'origen' de las relaciones 'tóxicas'

En el marco del Día del Amor y la Amistad es frecuente que se sobredimensione el amor romántico por la mercadotecnia, los regalos y el ambiente que se genera en torno a esta fecha.

En este contexto, lo ideal sería que las personas pudieran relacionarse sanamente con los demás y establecer relaciones de pareja en un marco de amor y libertad; pero la realidad muestra que en la actualidad es frecuente el conflicto y las llamadas “relaciones tóxicas”.

En entrevista para El Siglo de Durango, el especialista en salud mental, Dr. Manuel Salazar Enríquez, habló sobre la necesidad de cambiar mitos en torno a este tema.

“En este mes rojo, este mes de corazones, de amor, de mercadotecnia, de publicidad, creo que hay una cuestión muy injusta porque el protagonista de estas relaciones amorosas no es el corazón. En realidad quien maneja y rige todo este tema, esta maravillosa parte del amor, del enamoramiento, de los desamores, no es el corazón es el cerebro. Entonces creo que hay una injusticia histórica sobre este órgano olvidado”.

“Tejer relaciones interpersonales hoy en día es mucho más complicado que las relaciones que se tejían hace 20, 30, 40 ó 50 años; es que el mundo evoluciona, las personas cambiamos, pero justamente una de las tareas más difíciles del ser humano ha sido poder tener esa capacidad para tener relaciones interpersonales saludables. Por ejemplo, en el tema de los sentimientos, del amor, en el tema del desamor, uno podría pensar que efectivamente hoy en día las personas pudieran estar teniendo problemas para tener relaciones de pareja estables”, indicó.

Y este es precisamente uno de los principales motivos de consulta, en la actualidad.

“Es importante aprender a tener primero relaciones intrapersonales, creo que el pendiente radica en lo que yo tengo que hacer para poderme llevar bien con los demás (...) Vivimos un mundo caótico, violento, muy agresivo, un mundo carente de empatía, de devaluaciones, superficial, por que tenemos caos en las familias, se está quebrantando el espíritu mismo de la familia que es la comunicación, el respeto, la tolerancia y pues esto se traduce en que si yo estoy fallando en mis relaciones interpersonales macro: sociales, familiares y de pareja, por supuesto la reflexión dice que tendríamos que revisar nuestras relaciones intrapersonales, cómo me gobierno a mí mismo, cómo yo tengo ese liderazgo para poder manejar todo ese contexto de emociones, sentimientos, miedos, inseguridades, complejos, demonios y cómo puedo tener control para poner armonía en mí. Si yo salgo con armonía a la familia, a la pareja y a la sociedad entonces sí voy a tener relaciones internacionales armónicas”, indicó.

RELACIONES "TÓXICAS"

En la actualidad se habla mucho de “relaciones tóxicas” con una connotación como de infección. Al respecto, el especialista en psiquiatría explicó que se puede aplicar a las relaciones de pareja en el sentido de que se debe ir adquiriendo cierta inmunidad para evitar que se sigan repitiendo los mismos patrones en las siguientes relaciones de pareja, pero esto no siempre se aplica.

“Llega un momento que llega otro bicho a mi vida y yo lo derroto porque mis defensas se fortalecieron. Pero muchas veces el aprendizaje que te dio esa pareja tóxica parece que no lo tuviste porque saliste de una relación tóxica y ya estás intentando otra. Las personas tóxicas no están afuera, están dentro. Sin embargo, es mucho más agradable decir: mi pareja es tóxica, controladora, violenta, posesiva, celosa, mediocre y todos los calificativos que haya (...) La lupa es maravillosa porque nos permite amplificar los defectos del otro pero que tal si un día nos atrevemos y en vez de lupa compramos un espejo, nos vamos a dar cuenta de que la toxicidad sale de mi porque yo me anclo con esas personas”, indicó.

Precisó que no existe la pareja perfecta ni feliz, sino parejas que se disfrazan de ello, “en realidad el reto hoy es gobernar las propias emociones y tener autoconocimiento, sin buscar culpables fuera”.

Comentó que ha influido en la temporalidad de los matrimonios, la dinámica actual que permite a las mujeres la autosuficiencia económica lo que propicia que muchas mujeres ya no soporten el machismo y la violencia.

Asimismo, hay otros factores que influyen como el hecho de que en las nuevas generaciones hay mayor individualización y otras prioridades, lo que se refleja también en que muchas parejas ya no quieren tener hijos.

Además, ahora se invierte menos esfuerzo en la etapa de conquista, “antes se le invertía mucho a la creatividad”; mientras que ahora a través de las herramientas tecnológicas es más fácil vincularse con otras personas, por lo que también es más fácil desprenderse de la carga afectiva, porque no “costó” esfuerzo.

“Hoy una mujer que llega a los 25 años se vuelve cada vez más ‘incasable’. Se vuelve más selectiva”.

También influyen factores como el narcisismo, el consumismo y la mentira ya que las redes sociales propician la utilización de filtros y de versiones incompletas de las personas.

Pese a todo, en medio de este entorno que apunta a relaciones de pareja cada vez más fugaces, es posible crear relaciones sólidas y duraderas como ya se observa en varios países donde los interesados van a terapia antes de casarse para tener los elementos necesarios para poder afrontar un matrimonio sólido.

“Sí se puede lograr en el sentido de que cada quien se haga responsable de su equipaje porque antes de ser pareja eres un individuo y te vas a morir como un individuo. Construir desde el realismo, de que superman no existe ni la mujer maravilla. Que primero se conozcan, que escombren sus archiveros emocionales y cuando las personas nos empezamos a conocer es doloroso. Una vez que estás bien, puedes dar mucho en las relaciones de pareja. Cuando hay madurez, decisión, vocación para vivir en pareja el éxito es más alto que una persona que toda la vida anda conocendo parejas en patines, es decir, cayéndose”, estableció.

Por lo que llamó a dejar de buscar soluciones “mágicas” y atender primero la salud mental, para lo cual, lo mejor es recurrir a especialistas en la materia y, mucho mejor, si se hace de manera preventiva.