El valor del arte
Para muchos, tener obras de arte se considera una señal de riqueza, buen gusto y sofisticación cultural para otros, el arte se puede ver como una inversión, por lo que su precio inicial puede verse impulsado por su potencial de apreciarse en el tiempo. Razones puede haber muchas, pero la realidad es que son obras únicas, de artistas generalmente reconocidos pero ya desaparecios por lo que su valor aumenta.
Por ejemplo, Shot Sage Blue Marylin es un retrato pop de Andy Warhol de 1964 que se convirtió en la obra subastada más valiosa del siglo XX.
Se comercializó en una subasta de Christie's en Nueva York por 195 millones de dólares ya con impuestos. Warhol pintó el cuadro usando una famosa fotografía como inspiración. Antes de la subasta, Christie's publicó que el retrato es "una de las imágenes más raras y trascendentes que existen", con un precio de venta "en el entorno de 200 millones de dólares".
El comprador, según Bloomberg, fue el marchante de arte estadounidense Larry Gagosian, propietario de una cadena de galerías de arte.
DA VINCI, COTIZADO
La obra de arte más cara de la historia es un cuadro religioso, Salvatore Mundi, atribuido a Leonardo da Vinci y se vendió por 450,3 millones de dólares, en una subasta de Christie's en Nueva York en el año 2017.
El precio del lienzo se justifica por su rareza, Da Vinci fue un pintor poco prolífico, su antigüedad (está datada en torno al año 1500) y su calidad de obra maestra que le valdría un lugar de honor en cualquier museo del mundo. No se conoce la identidad del comprador, pero se especula con la familia real saudí, desde su adquisición no ha sido expuesto al público.