Enrique Chiu preserva los juguetes tradicionales en exposición

El artista jalisciense Enrique Chiu presentó en Durango “El niño y el color”, una exposición que retrata, a través del lienzo, los juguetes tradicionales mexicanos.

Inaugurada en el Museo Francisco Villa, esta exposición es un viaje a la infancia para el espectador, pues en ella se encuentran los juegos y juguetes que antes de la llegada de la tecnología, eran las maneras tradicionales de convivir entre niños.

La muñeca de trapo, el trompo, el yoyo, la lotería y hasta las figuras de lucha libre o el bebeleche, aparecen en esta exposición como obras creadas por el artista radicado en Tijuana, Baja California Sur.

RECORDAR CUANDO SE ERA NIÑO

“Es una simbología de muchas cosas que tuvimos de pequeños hechas en lienzo y para muchos de nosotros, por medio de estas ilustraciones, es la nostalgia, el poder recordar cómo eran las cosas cuando éramos pequeños o niños, juguetes que nos dieron nuestros padres o abuelos, como la lotería que sigue vigente, y que forman parte de los encuentros familiares o de amigos, es una exposición que te lleva a recordar cosas bonitas”, dijo el artista minutos después de la apertura de exposición.

Bajo ese contexto de jugar con la nostalgia y los recuerdos, Chiu reconoció que “El niño y el color” también busca ser una forma o medio para preservar las tradiciones mexicanas en algo tan puro como los juguetes, pues considera que las nuevas generaciones no conocen la mayoría de estas figuras.

“Se busca que las personas que vengan a Durango al museo para ver la expo, puedan tener ese momento de recuerdo para dejarlo a los niños, las costumbres, las memorias y tradiciones, esas pequeñas cosas que nos dejaron desarrollarnos jugando en la calle, con la gente de tu barrio; ese es el mensaje y legado que yo quiero dejar, es un recuerdo bonito de mi infancia y de miles de mexicanos que tuvimos los mismos juguetes desde pequeños”, explicó.

PRESERVAR LOS JUGUETES TRADICIONALES

Para muestra de ese viaje hacia el pasado y su infancia, Chiu reconoció cuáles son los juguetes que más usaba cuando era niño. “Uno de los que me encantaba era el camioncito de metal, que realmente era de fierro, que me lo regaló mi abuelito. Otra cosa que me divertía muchísimo era competir por los trompos, me encantaba jugar a los ‘picotazos’, eso era lo bonito de mi infancia, el jugar a eso con amigos y el poderlo contar y exponer ahora”.

Si bien es un recuerdo que tiene Chiu de su infancia, también reconoció la evolución que han tenido los juguetes tradicionales, que en la actualidad se encuentran como meros “souvenirs” o “recuerditos”. “Ya no podemos hacer muchas de las cosas que hacíamos antes, la interacción con la tecnología y lo digital han modificado el entretenimiento”, dijo. “La muñeca de trapo era algo con lo que realmente las niñas se divertían, pero ahora, aunque sean como ‘souvenir’ o ‘recuerdito’, siguen ahí. Lo importante es mostrarles a los niños de ahora los juguetes que teníamos antes, que vean que nos divertíamos hasta jugando a las caninas o al bebeleche ”, concluyó.

“El niño y el color” de Enrique Chiu estará expuesta en el Museo Villa hasta el mes de junio.