Epicuro: placer y dolor humano
Así como se repiten los ciclos de pensamiento y unos se ponen de moda mientras que otros pierden lectura y pràctica, otros parece que platican más ante la necesidad siempre humana de entender lo que habita dentro de nosotros como primer persona del singular y su confrontación con lo que llamamos realidad
Epicuro de Samos (371-270 a.C.) fue fundador de la escuela epicúrea de las primeras de la corriente de pensamiento que ya prevalecía como el hedonismo cuyo fundador fue Aristipo de Cirene (discípulo de Sócrates). El hedonismo fundamenta su teoría en el placer como algo inherente a la especie humana y que el dolor en cualquier aspecto es el mal.
El profundo entendimiento de lo que que nos mueve (emociones) y sus causas son la primera condición que el filósofo Epicuro sostiene para evitar el dolor de alma y físico y así generar un placer contundente, duradero y no efímero como algunos hedonismos se caracterizan. La idea de dejar atrás los lujos y los excesos para poder encontrar el contento certero así como la escuela estoica lo contemplaba, era algo que lo oponía directamente con los otros tipos de hedonismo que ya eran influencia.
Según se define, "para Epicuro la felicidad se logra perdiendo el miedo a Dios y a la muerte; aceptando que es fácil adquirir las cosas buenas de la vida y soportar las terribles" y que el "dolor no es completamente inevitable, pero sí se puede soportar". de hecho Epicuro afirma que es posible experimentar felicidad mientras sufrimos un dolor sentimental o físico. Evitar la turba quiere decir para este pensador en una toma de distancia de los miedos, angustias y ansiedades. La diferencia entre los hedonistas y Epicuro reside en muchos aspectos, entre ellos el alejarse de los lujos, ya que de algún modo terminarán conduciendo al dolor; de igual modo la "impavidez futura" consiste en vivir el misterio del presente antes que arriesgarse por un futuro espectral e inexistente.
CLASIFICACIÓN DE PLACERES SEGÚN EPICURO
Deseos Naturales y necesarios: cosas que no se pueden eliminar como la comida y el refugio.
Deseos Naturales y no necesarios: deseos de cosas innecesarias que nos llevan a la inconformidad.
Deseos vanos y vacíos: incluyen estatus, fama, poder los cuales nos llevan al displacer y a su falta de ataraxia (imperturbabilidad) tan esencial para existir.