Esto no se acaba hasta que se acaba
Las alianzas de dos o más partidos políticos nacen con el objetivo en común de unir fuerzas para ganar una elección; impulsar políticas públicas; gobernar o formar oposición; como fue el caso de la alianza partidista integrada por PRI, PAN y PRD.
Sin embargo, de lo proyectado a lo ejecutado en la realidad distan los resultados, pues en ellos radican diferentes circunstancias, factores o intereses particulares que sobrepasan el bien o la misión en común: ganar una elección.
Así sucedió en los últimos días con la selección de los candidatos a las diputaciones federales, pues a última hora, al líder nacional del PAN, Marko Cortés, le vuelve a aflorar su imagen interna, tal cual sucedió con el vecino estado de Coahuila (tema plasmado en este mismo espacio, el 11 de enero del año en curso "El quiebre político en Coahuila").
Referimos cómo el gobernador coahuilense, Manolo Jiménez, aseguró que lo evidenciado por Marko Cortés fue considerando como una traición al panismo de Coahuila y que le generará problemas con quienes eran sus representantes en esa entidad.
Así será aquí en Durango el cambio hecho por el líder panista, de no admitir llevar como candidata a Gaby Hernández, en el primer Distrito Federal, tendrá sus consecuencias; tanto así que Martha Olivia, candidata de Morena, por ese distrito, ha respirado y la presión que traía de llevar una competencia como la "China" le ha disminuido en gran medida; incluso, con posibilidades de ganar.
A horas de aparecer esta colaboración, ya deben estar los nombres actualizados de los abanderados de esta alianza. Casi un hecho de que Gaby Hernández vaya en la fórmula al Senado, junto a Gina Campuzano. Este enfoque vendría a fortalecer los votantes de la capital, que pudieran ser jalados por MC, a través del expanista Jorge Salum.
Y todo indica que para sostener el capital lagunero con la alcaldesa Leticia Herrera, se queda a competir su candidato Cristhian Mijares contra Betzabé Martínez de Morena; en el segundo Distrito Federal, extendiendo el voto a la fórmula senatorial, pues la encabeza su gran amiga-hermana, Gina Campuzano.
En tanto, Rocío Rebollo se queda con una diputación local, y la presión de lo que significaba participar, de nueva cuenta, por la senaduría, en el segundo escaño, le es resuelta; ya que, aseguran, no iba convencida a esta contienda.
Esto no se acaba hasta que se acaba; y es que hasta el último segundo se pueden mover las piezas en el tablero. Lo que sí queda claro es que el bien común de la alianza se sigue dejando de lado, estirando el hilo por lo más delgado, con la posibilidad de que ocurra un quiebre político, como sucedió en Coahuila.
X: @arlnContreras