Francisco Toledo, un renovador de la gráfica
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recordó al grabador, pintor, escultor y promotor cultural, Francisco Toledo (1940-2019), en su quinto aniversario luctuoso este 5 de septiembre, creador de una obra polifacética, vasta y universal, la cual marcó la historia del arte mexicano por sus exploraciones técnicas, pero también por su activismo político y social.
INICIOS EN EL ARTE
Francisco Benjamín López Toledo nació el 17 de julio de 1940, en Juchitán, Oaxaca, donde inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Oaxaca y como discípulo del también grabador Arturo García Bustos.
A los 17 años viajó a la Ciudad de México para formar parte del Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Inbal, etapa en que exhibió su obra no solo en la capital mexicana, sino en Texas, Estados Unidos.
“Hay ciertos artistas a lo largo de la historia que no solo dejan marca a través de su obra, sino a través de su exploración técnica y su activismo político y social, esto es algo que distingue la presencia de Toledo”, resaltó en entrevista la investigadora Ana Carolina Abad, quien curó la exposición homenaje Cada quien con su “Toledo. Obra gráfica 1940-2018” para el Museo Nacional de la Estampa (Munae), que se exhibió entre 2022 y 2023.
Su obra forma parte de las colecciones del Museo Tamayo, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, el MoMA de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de Filadelfia.
Inbal, un impulsor
La vida y obra de Francisco Toledo ha estado siempre ligada al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), en una de cuyas escuelas (La Esmeralda) estudio en su adolescencia. En sus museos se han realizado muestras de su obra en diferentes técnicas: en el Palacio de Bellas Artes, el Salón de la Plástica Mexicana, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Carrillo Gil y el Museo Nacional de la Estampa, entre otros.
Las más recientes son con el apoyo del Inbal, en el Colegio de San Ildefonso, la muestra Lu’Biaani: Toledo y la fotografía, en octubre de 2021, y Cada quien con su Toledo, en noviembre de 2022, en el Museo Nacional de la Estampa
“Parte de la relevancia de Toledo fue darle al grabado un gran impulso; por un lado, lo hizo a través de sus exploraciones, porque utilizó de forma innovadora las técnicas clásicas del grabado; por otro, hizo escuela, no directamente con alumnos, sino creando espacios e inaugurando instituciones para que germinaran nuevos talentos”.
Recordó que Francisco Toledo no sólo tomó distancia de la Escuela Mexicana de Pintura, imperante durante la primera mitad del siglo XX, sino que tampoco se asumió como parte de la generación subsecuente, la de la Ruptura.
“Creo que para la historiografía del arte mexicano fue un artista que fusionó muy bien el arte tradicional mexicano, al utilizar pigmentos naturales, y la tradición del arte occidental. Es tan bueno que las costuras casi no se ven”.
CONOCER AL ARTISTA
Por otro lado, están series como la de Bizancio, una de sus favoritas: “No son de sus obras más visibles, porque son unos collages a partir de libros y postales que después se digitalizaron para imprimirlos. No es el trabajo natural de Toledo, pero marca ese gran sentido del humor que tenía sobre la religión y que ya había abordado con su carpeta de Nuevo catecismo para los indios remisos, para la cual intervino placas del siglo XVII y XVIII.
“Son obras provocadoras, no con una pretensión de crítica a la Iglesia, sino donde crea un imaginario provocador para que el público reaccione al, por ejemplo, ponerle a los Reyes Magos cabezas de animales”.
Finalmente, invitó al público a conocer a este artista: “Hay diversas exposiciones sobre Toledo, pero también es importante conocer las instituciones que fundó y ahora están al servicio de los mexicanos, como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) o el Centro de Artes de San Agustín (CaSa), catalogado como el primer centro de artes ecológico de Latinoamérica, para conocer no solo su obra artística, sino su labor como promotor cultural”.