Gary Ridgway: ¿Quién es el 'asesino de Green River'?
Estados Unidos es una de las naciones en donde el crimen se mantiene sumamente latente, y los asesinos seriales son una parte crucial de la historia de la nación norteamericana; uno de los peores en ese aspecto es, precisamente, Gary Ridgway, el segundo asesino serial más prolífico de dicho país.
Ridgway nació en Salt Lake City y creció en el seno de una familia estricta, en donde su madre solía maltratarlo verbalmente a él y a su padre. A una temprana edad, se mudó con su familia a Washington con su familia y ahí crecería hasta tener la edad suficiente cuando, por fin, decidió debutar como criminal tras tener la curiosidad de, en sus propias palabras, "que se sentía matar".
El fatídico inicio
No se tiene un registro exacto de cuando comenzó Gary con sus actos delictivos, y la información es tan difusa y escabrosa, que se dice, incluso, que entre la década de los 80's y 90's, el apodado como 'asesino de Green River' ya había acabado con la vida de 71 adolescentes.
Se cree que julio de 1982 fue la fecha en la que logró debutar como asesino, pues una mujer que fue rociada con pintura hasta la muerte fue encontrada, y dicha pintura era de una marca que Ridgway usaba específicamente para sus laburos, razón por la cual se le vincula con el caso.
Continuación y arresto
Judith Mawson se convirtió en la tercera esposa de Gary, y ella comenzó a sospechar de su marido, pues era muy común que tomara 'turnos extra', pero que aun así no tenía dinero para solventar los gastos; es más, era muy común que este no tuviera nada de dinero en su billetera.
Entre otros asesinatos más ocurridos durante la época, más los testimonios que Mawson brindó a la policía, aunado a las pruebas de ADN encontradas en las escenas del crimen, todo esto fue suficiente para señalar como culpable al 'asesino de Green River', quien era llamado así porque tiraba el cuerpo cercenado de sus víctimas en dicho río, ubicado en la capital estadounidense.
Condena y actualidad
Se determinó que Gary Ridgway violó, asesinó, masacró, golpeó y mutiló a 49 mujeres, las cuales pudieron ser comprobadas, pues el propio criminal destacó que fueron incluso más de 90, aunque el cuerpo de la mayoría de estas supuestas víctimas nunca pudo ser comprobado; en sus propias palabras, esto fue así porque "quería saber que se sentía asesinar a alguien".
Ridgway fue metido a la Penitenciaria del Estado de Washington a confinamiento solitario con una condena de 49 cadenas perpetuas, sin posibilidad de apelación; se mantiene en dicho centro carcelario hasta el día de hoy, esperando hasta el final de sus días.