Reconocida. En su comunidad se desempeñó como artesana pero también tenía conocimientos de medicina tradicional.
En las últimas horas, el nombre de Juana Villa Javier comenzó a trascender en Durango tras darse a conocer su fallecimiento el pasado 8 de septiembre, luego de que fuera encontrada con golpes por una aparente caída en un camino de la localidad de donde era originaria, San Pedro de Xicora, en el Mezquital.
Y aunque este sábado se confirmó que la causa de su muerte será investigada, el hecho ha consternado a la sociedad, entre ellos, al gremio artístico, quienes la reconocen y recuerdan por su trabajo como artesana.
JUANA VILLA, UNA ARTESANA MESHIKAN
Juana Villa era una artesana de la comunidad de San Pedro de Xícora muy querida, pues prácticamente toda su vida se dedicó a crear y ayudar.
Para muestra una de sus artesanías más destacadas, los bordados tradicionales, los cuales realizaba desde cero.
Estos "morrales" los realizaba con la técnica de telar de cintura y usaba algodón de colores naturales, sin teñir, que ella misma hilaba con un instrumento llamado "malacate", un artefacto de origen prehispánico.
Por otro lado, Juana Villa también contaba con conocimientos de medicina tradicional y plantas curativas, además de que ejerció de partera en distintas ocasiones.
Incluso su trabajo fue reconocido este año por el artista duranguense Israel Torres, quien realizó un retrato en grabado como parte de su proyecto "Rostros (In)visibles", el cual hizo con apoyo del PECDA y en el que precisamente buscaba enaltecer el trabajo de artesanos de los grupos originarios de Durango, como Meshikan.
En este proyecto incluyó a la artesana, quien tenía 75 años de edad, por sus aportaciones culturales, algo digno de recalcar, pues su nombre debe ser recordado por su labor como artesana.