Judith Rosales

Para Judith Rosales ser mujer es ser ella misma, sin definiciones sin estereotipos, ni reglas. Se deja guiar por su intuición y nunca por lo que establece o dicta la sociedad. Si algo la distingue es su gusto por las ventas. Aparte de emprendedora, Judith Janett Rosales Corral es gerente comercial en El Siglo de Durango.

Estar al frente de el área comercial de El Siglo de Durango “es disfrutar de lo que tanto amo, que es vender, conocer gente, intercambiar opiniones, escuchar necesidades, ayudar a construir cambios y coleccionar éxitos”.

Si bien es un trabajo gratificante se ha enfrentado a desafíos, pues reconoce que “Durango es una ciudad que apenas comienza a creer en la publicidad, pero no paga lo que realmente cuesta, desde ahí comienza mi lucha por hacer que conozcan lo que somos y lo que hacemos”. Su principal reto son las redes sociales, ya que “los clientes dejan de lado que yo represento una marca. Las redes jamás competirán con lo que representa mi marca que es prestigio y veracidad”.

Al cuestionarle del desenvolvimiento de las mujeres en áreas comerciales, reconoce que cada vez son más las mujeres líderes en esas áreas y es porque “somos multifuncionales”. Pero afirma que aún falta que se sumen más a la lista, y “que se quiten la frase de ´yo no se vender´, ´yo no sé cobrar´, ´yo no sé´… porque ese yo no sé, te limita, pero estoy segura que si lo eliminaran, seríamos una gran comunidad”.

RIESGOS SON OPORTUNIDADES

De las lecciones más importantes que ha tenido en la vida, habló de no tener apegos, “no tenemos nada seguro, ni las cosas materiales y mucho menos la vida, en un abrir y cerrar los ojos todo se va”. Hoy, valora cada día como si fuera el último, saber poner límites, decir “no” cuantas veces sean necesarias. “Digo que amo y quiero a las personas, me atrevo a correr riesgos, no espero nada de nadie. Creo que cada persona tiene su propia visión de la vida y aceptarla una lección constante; no pierdo oportunidades, ahora solo recibo lo que me hace bien”.

Al preguntarle qué le hace falta por hacer, señaló que “me falta equivocarme más para seguir creciendo y sólo cayendo vemos cuántas veces podemos levantarnos, sacudirnos y comenzar con la mejor actitud”.

En un futuro se ve feliz con cosas sencillas, siendo libre, apasionada de la vida, “me veo viajando muchísimo con un negocio propio, recolectando episodios de amor, para mi familia, amigos y para mí motor que es mi hija. Me veo soñando siempre como hasta ahora pero sonriendo más que hoy”.

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