Julián Gil habla de su actuación en ‘Perdiendo el juicio’
Imparable, así es como se podría definir en este momento al actor Julián Gil, quien se desarrolla este año distinto proyectos, entre ellos, la película “Perdiendo el juicio”, la cual ya tuvo su estreno oficial en cines.
Filmada en República Dominicana, esta cinta está dirigida por el reconocido cineasta y actor Frank Perozo, con guion de Kendy Yanoreth, en la que se presenta una historia fresca y encantadora.
Sobre su participación, Gil comentó que fue toda una experiencia. “Trabajar en ‘Perdiendo el juicio’ ha sido una experiencia gratificante. Una película muy bien producida y dirigida, con un buen guion. El equipo de producción encabezado por Zumaya Cordero y Gregory Quinn, el elenco y el ambiente en República Dominicana hicieron de este largometraje algo muy especial. Estoy seguro de que el público va a disfrutar tanto como nosotros disfrutamos haciéndola”.
“Esta película es un recordatorio de que el amor puede surgir en los momentos más inesperados, y estoy emocionado de compartir esta historia con todos”, añadió.
TRAS EL PERSONAJE
Julián, conocido por su versatilidad y carisma en la pantalla, interpreta a Claudio, un hombre de mucho poder económico, gran empresario, visionario, mujeriego y con una habilidad increíble para seducir.
En “Perdiendo el juicio” comparte créditos estelares con un gran elenco de talentosos actores como Shalim Ortiz y Clarissa Molina. Además, cuenta con la participación de Cheddy García, Charytín Goyco, Aquiles Correa, Marko, Kenny Grullón, Bárbara Plaza y Tiby Camacho.
A esta lista se suman nuevas caras y talentos no recurrentes en el cine como Nelfa Núñez, Claribel Adames, Chellmy Marie Jiménez, Lía Lockhart, Anthony Bruno, Maggy Liranzo, Luvesky Fernández, Menthol 30 y la comediante Jacqueline Estrella, entre otros destacados artistas dominicanos.
SOBRE “PERDIENDO EL JUICIO”
Como lo dijo el propio actor, el largometraje es una celebración del amor y la diversión. Es la historia de dos abogados exitosos, Mara y Mateo, cada uno en ciudades diferentes del país, pero igualmente exitosos. Ambos son contratados por una pareja adinerada que reside en Navarrete.
La reconocida pareja quiere divorciarse. Estos abogados se enfrentan desde la primera vez que se juntan y empiezan a tener conflictos, lo que provoca que el caso sea más difícil de resolver. Cuando ellos van a enfrentarse al juzgado, en el camino tienen un incidente inesperado que cambia completamente las reglas del juego, situación para la que ninguno estaba preparado.
A partir de ese momento, su mayor contrincante será el tiempo, pues tienen solo horas para resolver todo. La solución a su problema se convierte en una carrera contra el reloj.