La estabilidad como objetivo de nuestra seguridad nacional
La actual administración establece en su Ley de Seguridad Nacional, “preservar la integridad, estabilidad y permanencia” del Estado Mexicano como bases de acción coordinada de las instituciones y autoridades que identifican y atienden las amenazas presentes y futuras; protegiendo en la integridad geográfica del territorio, los temas políticos, económicos, sociales y militares las instituciones que dan lugar a su existencia, conservan “la estabilidad” y aseguran nuestra permanencia en el tiempo.
En la Estabilidad se respeta a los demás sin importar diferencias, sin juzgar o discriminar, escucha y resuelve conflictos, se ubica en el lugar de sus semejantes, aprecia sentimientos y perspectivas, impulsa el trabajo conjunto hacia objetivos comunes, escucha y comprende puntos de vista diferentes, busca la empatía positiva, relacionándonos en una convivencia sana, comunicándonos y tolerando los distintos caracteres de cada persona, protegiendo un entorno seguro donde se mantiene la paz y orden previendo conflictos, evitando riesgos y amenazas a la sociedad o gobierno. “Compartir ideas y responsabilidades siempre es mejor que imponerlas con discursos confrontadores y denostadores”.
La estabilidad económica es fundamental para la Seguridad Nacional, un país con una economía sólida es menos propenso a crisis internas y conflictos; el desarrollo sostenible, la inversión en infraestructura, la educación, atención de la salud, creación de empleo y el cumplimiento de la ley, son sustantivas para un entorno seguro.
Las Instituciones y el modo de gobernar el país con posibilidades de avanzar hacia el progreso económico, el desarrollo social y el fortalecimiento constante de las instituciones, propician la interacción entre gobernantes y gobernados cuando existe un proceso congruente y eficaz para tomar decisiones demostrando la capacidad de hacerlas cumplir.
Se califica como Gobernanza al proceso de tomar y cristalizar decisiones con interacciones sustentadas en leyes y normas sociales; los intentos de una persona o grupo por ejercer poder absoluto, históricamente solo ha traído desdichas a las sociedades.
La estabilidad depende de instituciones fuertes y una gobernanza efectiva; la confianza en un sistema político congruente y respetuoso, la aplicación de la ley y la participación de la sociedad unida en sus diferencias solo es posible con México como único fin en la mente, manteniendo relaciones pacíficas con otros países, evitando intervenir en sus asuntos internos y conflictos de cualquier tipo, pensando siempre en la protección del interés nacional en el ámbito interno y externo.
Vivimos un “desacato constante a los principios rectores” derivados de nuestra Constitución en su Reglamentaria Ley de Seguridad Nacional, la legalidad, responsabilidad, respeto a los derechos fundamentales, confidencialidad, lealtad, transparencia, eficiencia, coordinación y cooperación; debilitando y vulnerando las acciones para proteger a México frente amenazas y riesgos, preservar nuestra soberanía e independencia, mantener el orden constitucional fortaleciendo las instituciones democráticas, unir las partes de la Federación, defender a México en el ámbito internacional y preservar la democracia basada en el desarrollo nacional.
Se destruyen y vulneran sistemáticamente las instituciones democráticas, se desprecia la gobernanza, se trastocan las relaciones internacionales, predominando un interés personal y de grupo por encima del supremo interés nacional.
Se pierde el respeto al gobernado, fractura educación, esquiva el diálogo, consiente la inseguridad, el servicio médico asistencial no tiene medicamentos, renuncia la búsqueda de la excelencia y atropella el poder político, “en una amenaza constante” a la integridad-estabilidad-permanencia del México que conocemos y queremos y que debe garantizar nuestra Seguridad Nacional.
Nuestra administración no puede con los factores y causas que vulneran la Libertad, Soberanía e Independencia de todos los mexicanos, solo se atiende a los que le son afines, destruye o fractura las instituciones desdeñando el conocimiento especializado, la coordinación y colaboración transversal, desconociendo el gobierno federal constituido por tres Poderes autónomos que toma decisiones colegiadas y sustentadas en la Constitución que se jura cumplir y hacer cumplir.
Se desprecia que dos Poderes son representantes de los mexicanos, el Ejecutivo como Administrador del quehacer legal de gobierno que legitima su actuación con el cumplimiento de la Constitución que protesta cumplir; los Legisladores como representantes de la porción territorial que votó por ellos y a quien deben obedecer directamente sin intermediario alguno.
Con esta alianza-sometimiento, intentan destruir o fracturar las instituciones e instancias especializadas encargadas del control jurídico en el ejercicio del Poder, negándose a cumplir con la rendición de cuentas y violentando el texto constitucional.
Nuestra actual administración pública corrompe políticamente la relación gobernante-gobernado, al quitarle al pueblo sus representantes en el Legislativo e intentar acabar con las instancias del control en el ejercicio del poder.
General de División Diplomando de Estado Mayor y Maestro en Seguridad y Defensa NacionalesHÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ.