La perpetuidad de Alito sobre las ruinas del PRI
Mientras la Presidenta electa prepara la iniciativa que abolirá la reelección en el país, un procedimiento forzado y abusivo se avecina en el Partido Revolucionario Institucional, donde el próximo domingo -de mero trámite- se discutirán y serán votadas, en la 24 Asamblea Nacional, las reformas a los estatutos que permitirán a Alejandro Moreno y a Carolina Viggiano perpetuarse como presidente y secretaria del Comité Ejecutivo Nacional.
Pese a los pobres resultados del tricolor obtenidos en la reciente elección presidencial, un Alito desmesurado se aferra a un liderazgo falsario para continuar hasta por tres periodos más, validado por embustes que le estarán consintiendo para dirigir al PRI hasta el año 2032. Acuerdos al vapor y una redacción de las modificaciones estatutarias hechas de un plumazo, profundizan aún más la crisis en la que ya de por sí se encuentra sumido el partido.
Mentiroso, cínico y traidor como lo llamó Alfredo del Mazo tras ser expulsado del PRI, tiene una veintena de exgobernadores priistas en contra y a un frente amplio de renovación interna integrado por rancios y nuevos liderazgos. No obstante y sin importarle, Moreno Cárdenas ha implementado una maniobra turbia y de legalidad dudosa, totalmente fuera de la declaración de principios, programa de acción, estatutos y código de ética partidaria.
La ambición de poder ya venía siendo muy evidente en Alito, pero aun así lo dejaron crecer y hacer de las suyas. Ahora pareciera ser muy tarde para tumbarlo de su torre erigida a base de mañas y sobre todo con mucha, pero mucha corrupción. Las advertencias fueron vastas y quedaron expuestas, con traiciones al interior del partido y también en contra de la misma alianza con Acción Nacional y el ya extinto PRD.
Hoy, al otrora poderoso partido solamente le quedan Durango y Coahuila como dos únicos vestigios arqueológicos de lo que fue un prehistórico régimen, pero no puede presumirlos como obra y gracia de su cuestionable liderazgo, pues los bastiones en estos dos estados reprochan ahora las pérdidas sufridas en la renovación de la Cámara de Diputados y del Senado de la República. En Coahuila el PRI nunca ha perdido la gubernatura y cuenta con una amplia militancia que ha hecho valer al partido, pese a los escandalosos y corruptos sexenios del moreirato, mientras que en Durango recuperó y arrebató el poder al PAN y ahora domina controlando a este partido como su aliado. Empero y todo, los dos jefes políticos saben que están al borde de la extinción ante un avance inminente de la llamada "Cuarta Transformación".
Los gobernadores Esteban Villegas Villarreal y Manolo Jiménez Salinas, como únicos mandatarios emanados del Revolucionario Institucional que subsisten a los embates y al paulatino derrumbe del partido, son las voces con autoridad íntegra y político-partidista al interior, que podrían dar mayor peso consistente a la inconforme militancia con la permanencia de Alejandro Moreno; sin embargo, ambos lo han hecho medianamente hasta el momento.
EN LA BALANZA.- Personas en silla de ruedas diariamente afrontan obstáculos en el Centro Histórico de Durango. Pasan trienios completos y las rampas siempre están deterioradas. Muchas otras que son nuevas se han realizado con dimensiones inapropiadas para el acceso. La presencia de postes y teléfonos públicos agrava todavía más la situación, dificultando el tránsito libre y seguro para este grupo vulnerable.
CERROS SECOS Y PELONES... En La Laguna de Durango las autoridades aseguran que no se han registrado feminicidios en lo que va de 2024. Tal parece que han descartado algunos casos ocurridos como el de una mujer de 31 años, la que fue estrangulada por un sujeto que dejó su cuerpo en una finca abandonada, en Tlahualilo. Además, el reciente hallazgo de una jovencita en un camino de terracería en Gómez Palacio fue descartado como crimen de odio o violencia de género.
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