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TAMALERA DE LA PORTALES

La tamalera de la Portales, un caso policiaco que robó los reflectores en México

Uno de los platillos mexicanos más emblemáticos es parte de una de las leyendas más escalofriantes del país.

La tamalera de la Portales, un caso policiaco que robó los reflectores en México

La tamalera de la Portales, un caso policiaco que robó los reflectores en México

EL SIGLO DE DURANGO

María Trinidad en la noche del 17 de julio de 1971 mató a Pablo Díaz, su pareja de aquel entonces en la calle Pirineos 15 Bis en la colonia Portales en la Ciudad de México.

La historia de los años 70's cuenta que gracias a los constantes maltratos de su esposo, esta tamalera tomó su vida junto con la de sus tres hijos pero con lo que ella no contaba, es que los rumores dirían cosas horribles de ella y de su comida.

En el antiguo Distrito Federal en la zona sur, María Trinidad Ramírez Poblano era famosa por el sazón que tenían los tamales que cocinaba y vendía para aportar a la casa dado a que su pareja, Pablo Díaz, quién era un peluquero, no tenía tanto trabajo.

Díaz era un golpeador y María no era la única que sufría de estos, sino también los hijos de este hombre. Un día en aquella casa de la colonia Portales, Ramírez no aguantó más el violento ambiente que se tenía dentro de las cuatro paredes, por lo que agarró un bate de beisbol y mató a su esposo con constantes golpes al cráneo.

Las notas de ese entonces, escribieron que con el motivo de esconder el asesinato, la asesina descuartizó el cuerpo con un hacha, posteriormente metió los trozos en costales de Conasupo que tenía para llevar la hoja de maíz con la que envolvía los tamales que vendía, con un bajo perfil María Trinidad distribuyó los costales con los restos de Díaz en toda la colonia Portales.

El 19 de julio del '71, una empleada de una casa descubrió uno de los costales y de inmediato habló con las autoridades, estas mismas contaron con la suerte de que los costales, tenían las manos de Pablo, por lo que gracias a sus huellas dactilares conocieron su identidad.

El Servicio Secreto dio con su domicilio, en donde se encontraba su asesina, la cuál confesó sin arrepentimiento el crimen, justificando que su esposo la maltrataba físicamente.

No solo el carácter de la mujer sorprendió al cuerpo policiaco, sino que también tras confesar se encontraron con la cabeza del difunto en una de las ollas de los tamales.

Con estos datos públicos, los diversos medios de comunicación de la zona y nacionales, apodaron a la asesina como la “Tamalera de la Portales”.

Escrito en: TAMALERA DE LA PORTALES María, tenía, colonia, costales

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