Las relaciones: un riesgo atractivo y peligroso

Pensamos que el amor, el verdadero amor, debe ser para siempre. Hay relaciones que pueden durar toda la vida, pero también hay otras, que pueden cumplir su cometido y terminar.

Hasta ahorita no hay matemático, Nobel, ni brujo mágico, que garantice una fórmula a largo plazo.

Tampoco hay una definición única que describa el amor y, por lo tanto, tampoco existe un modo único de vivirlo.

Tal vez tu intento de adaptarte a un modelo amoroso único haya sido parte de tus desventuras y tragedias. La única verdad es que nada es para siempre, entonces, ¿por qué habías de pensar que solo existe una sola persona destinada a que sea él amor de tu vida?

Crees que el amor es un destino, un lugar en el que aterrizas, pero, la vida pasa, las cosas cambian y tú eres otro. Las relaciones son un gran vacío al cual te avientas, no un lugar al que llegas, no una persona que consigues, por ser un vacío se siente incertidumbre y por eso nos queremos casar y queremos amarrar, duele el poseer y aferrarte a algo, matas el amor cuando piensas que ya llegaste.

Toda relación amorosa es un riesgo atractivo y peligroso. Aferrarse a que una relación dure para siempre requiere que ignores o pases por alto la complejidad, la contradicción y la ambivalencia del amor. A veces, todo lo que antes veíamos como malo, se convierte en una oportunidad para lo bueno.

¿Cómo podemos minimizar esos encuentros de corta duración? la realidad es que no son banales ni insignificantes, todo suma, pues transforman nuestras vidas, expanden la experiencia de nosotros mismos, esos "amores" que nos acompañan por un rato, que nos cuestionan la existencia y que trastocan absolutamente nuestro ser.

Nos cuesta reconocer que, cada relación han sido experiencias que forman parte del territorio del amor, pues nos hacen probar el encanto y la grandeza que existe en un encuentro, así nos hacen experimentar sorpresa y asombro ante la novedad, pues, cada persona es un regalo para conocerte, conocer la naturaleza humana, el erotismo y el amor.

Para encontrar un compañero de vida debes aprender cosas que solo otras parejas podrán enseñarte. Las personas nos construimos en y por los encuentros humanos, y los que tienen que ver con la atracción, los afectos, el sexo y el erotismo, son los que más conmocionan la percepción de nosotros mismos, nos permiten reconocernos, estirar nuestros límites, recuperar la confianza, expandir nuestra dimensión afectiva y erótica y habilitarnos para "reinsertarnos", si así lo deseamos, en el mundo del amor.

Cada encuentro nos habilita a tomar decisiones magnas en el área amorosa. El erotismo humano que se da en estos amores, conmueve nuestro cuerpo y nuestro corazón, siempre y cuando desarrollemos una capacidad de vivir la vulnerabilidad y la intimidad de manera mutua y correspondida, en un escenario que brinde a ambos la posibilidad de explorar aspectos desconocidos de tu sexualidad. Explorar nuevos caminos de gozo debería ser una materia obligatoria de todo ser humano. Esto lo has de hacer a solas y también acompañado.

El cerebro es el órgano sexual más poderoso, avivar las fantasías eróticas sin tabúes ni vergüenza, en todo su esplendor.

Los encuentros eróticos y los pecaminosos secretos de alcoba son siempre enriquecedores. No me refiero a una compulsión de conquistas sexuales sino a relaciones significativas, esas donde el acto de compartir cuerpo, mente y alma, se vuelve una experiencia orgásmica.

Ahora en conciencia, sabes que no necesariamente es para siempre, y porque sabes que no es para siempre, te entregas por completo, si en tu primer amor fue increíble estando ciego, imagínate en conciencia, porque ahora sabes que amar es un proceso íntimo, propio, no hay un alma gemela ni una sola persona que te está esperando, el amor no está afuera, el amor de tu vida eres tú, el amor no se consigue, eres amor, así que tienes la decisión consiente de volver a entregarte completamente, la diferencia es que la primera vez estabas ciego, creías que habías llegado disfrutaste las maripositas y la caída libre creyendo que eso era para siempre...ahora sabes que todo es incierto y no sabes cuánto dure...