Usos. Esta mezcla es ideal para hidratar la piel y reducir las celulitis, además ayuda a eliminar las células muertas.
El siglo de durango
El café es un grano que se piensa más para preparar alguna bebida y uno que otro postre, sin embargo, aún se habla poco de sus otros beneficios lejos de ayudar a mantenerse alerta y dar ese sensación de estar más despiertos.
Y es que este fruto esconde otros grandes beneficios sobre todo para la piel. Hoy en día diversas marcas lo añadan a cremas y sobre todo a exfoliantes, ya que tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el enrojecimiento y la inflamación de la piel.
Además, al usarlo como café en grano y aplicarlo en la piel, actúa como exfoliante, lo que permite eliminar las células muertas.
Por ello aquí una receta para hacer un exfoliante con base de café, aceite de coco y miel.
En un frasco o recipiente hay que mezclar ½ taza de café molido, ¼ taza de aceite de coco y dos cucharadas de miel.
Una vez que se logre una textura uniforme y grumosa, solo hay que aplicarlo en la piel húmeda, con movimientos circulares sobre todo en las zonas que se quiera tratar con imperfecciones o celulitis. Es importante que, para el rostro, sea un movimiento muy suave, ya que esto puede causar lesiones.
Hay que dejar actuar entre cinco y ocho minutos en la piel y después enjuagar con agua tibia y luego agua fría para cerrar los poros.
Estos dos ingredientes también tienen grandes propiedades. Por un lado, el aceite de coco es altamente hidratante y es rico en ácidos grasos, ideal para la piel seca.
Además tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas.
Por su parte, la miel es un humectante natural que atrae y retiene el agua en la piel, también tiene antioxidantes y propiedades antibacterianas que ayudan a calmar y sanar la piel.
Una vez que se tenga este exfoliante casero solo hay que usar con medida, ya que no se recomienda su uso diario. Con dos veces a la semana será suficiente.
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