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Los retos del exterior y la transición. Dos, aduanas

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Los retos del exterior y la transición. Dos, aduanas

JORGE ÁLVAREZ FUENTES

El inicio de la siguiente administración federal será, por razones estructurales y coyunturales, desafiante, complejo y difícil. Claudia Sheinbaum enfrenta un conjunto de retos y oportunidades que deberá comprender y atender desde ahora, en el periodo de transición gubernamental de solo 4 meses. Desafíos que no se circunscriben a continuar con proyectos, iniciativas y políticas públicas. Uno de los retos fundamentales está en las aduanas y la infraestructura fronteriza, como quedó de manifiesto el pasado fin de semana, cuando, junto con el presidente López Obrador, la presidenta electa realizó una visita para supervisar los avances en la construcción del nuevo Centro de Aduanas de México, en Nuevo Laredo, Tamaulipas (donde se realizan ya el 23.25% de las operaciones de importación y exportación).

Para aprovechar el enorme potencial del proceso de relocalización global de las empresas y las cadenas productivas, México necesitará realizar cuantiosas inversiones públicas y concretar inversiones privadas nacionales y extranjeras en puertos, carreteras, aeropuertos, telecomunicaciones, vías férreas, aduanas y cruces fronterizos comerciales, para conseguir ser más competitivo y reducir los costos logísticos en la región de América del Norte. Consultores y funcionarios señalan, coincidentemente, que se requerirán 400 mil millones de dólares para el 2032.

En México hay 50 aduanas (19 en la frontera norte y 2 en la frontera sur), 17 marítimas y 12 interiores, a través de las cuales entran y salen más de un billón de dólares al año en mercancías. Su importancia es fundamental para la recaudación de impuestos, ya que, a través de las aduanas se captan dos terceras partes del Impuesto al Valor Agregado, siendo también fundamentales para la recaudación del Impuesto General de Importación y Exportación, el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) y el impuesto sobre automóviles nuevos.

Desde hace varias semanas se conocen una serie de propuestas centradas en la tecnificación de las aduanas, para hacerlas más eficientes e incrementar la recaudación fiscal a fin de alcanzar el 1% del PIB. En ellas se reconoce la necesidad urgente de invertir, además de infraestructura, en tecnologías, para reducir los tiempos, digitalizar y simplificar los trámites y realizar revisiones aduanales no intrusivas. Transformaciones indispensables para poder atajar, efectivamente, el contrabando, el fraude comercial, la subvaluación y triangulación de mercancías, además de combatir la evasión fiscal.

En el presente sexenio, la seguridad y control de las aduanas pasó de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte a las Secretaría de la Defensa y a la Secretaría de Marina, sobre todo a esta última. Complementariamente, por decreto del Ejecutivo Federal, la administración de las aduanas dejó de estar a cargo del Servicio de Administración Tributaria (SAT), creándose la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), cuya dirección es responsabilidad de un miembro de las fuerzas armadas. Sin embargo, la trazabilidad de las operaciones de importación y exportación de grandes volúmenes de mercancías hacen indispensable la interoperabilidad de las aduanas nacionales con el SAT, así como avanzar, de manera sistemática, en una agenda con las autoridades civiles de Estados Unidos y de nuestros otros socios comerciales.

El gobierno estadounidense acaba de anunciar la autorización para permitir la construcción de dos nuevos puentes internacionales de comercio, en Brownsville y en Eagle Pass (con cruces fronterizos vehicular, peatonal y ferroviario), así como la ampliación de otros existentes, empezando por Laredo, para conectar mejor a Texas con México en los próximos 5 años. El sector exportador representa el 37.3% del PIB nacional, por lo que la gestión, vigilancia, inspección y seguridad binacional de las fronteras terrestres y marítimas, de los puertos, puentes y obras de infraestructura, así como de las aduanas serán cruciales.

Hay oportunidades y retos formidables de negociación, coordinación y supervisión a nivel local, nacional y bilateral. Ejemplos sobran, como el colosal proyecto de transporte y licuefacción de gas natural que atravesará parte de Texas para incursionar en Chihuahua hasta llegar a Puerto Libertad en Sonora, con un gaseoducto de más de 800 kilómetros de longitud, cuyo objetivo es también conectar con Asia e incentivar el comercio transpacífico. La importancia de culminar y poner en operación del Corredor Interoceánico en el sur sureste del país, deviene una prioridad estratégica indiscutible.

Estimaciones indican que el comercio mundial podría duplicarse antes de 2050. Sin embargo, varios analistas coinciden en señalar que algunas vías de tráfico comercial, como por ejemplo la ruta Shanghái - Nueva York, los canales de Suez y Panamá, al igual que importantes puertos comerciales están en problemas, saturados o se encuentran en crisis. Es urgente y necesario resolver los retos del tránsito marítimo entre el Atlántico y el Pacífico y mejorar las capacidades de suministro, almacenamiento y distribución. Hay una alta concentración en las grandes navieras, propietarias de la mayoría de las principales operaciones portuarias, las cuales enfrentan, al menos en ambas costas de los Estados Unidos, serios desafíos ante las demandas de los sindicatos de los operadores portuarios.

Como bien lo subrayara José Carreño Figueras: "la geopolítica y la geoeconomía tienen ventajas y desventajas; la vecindad geográfica hace de México una base deseable para llegar comercialmente a EU, pero también un paso obligado para actividades delictivas; lo hace ideal para la integración productiva; pero … también vulnerable a demandas socio políticas."

Si el gobierno entrante, convencido de la importancia del comercio y las inversiones, va a continuar impulsando la participación de las regiones norte y sur del país en el desarrollo nacional, tendrá que modernizar las aduanas y asegurar la infraestructura fronteriza.

@JAlvarezFuentes

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES aduanas, retos, México, operaciones

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