Luis Oscar Jiménez Herrera, el peor asesino serial en la historia de Durango
México ha sido cuna de muchos criminales a lo largo de los años, y si bien, el estado de Durango ha presumido por años ser uno de los sitios más seguros del país, también ha dado de que hablar en cuestión de actos delictivos; esto es lo que nos lleva a hablar del personaje de hoy, Luis Oscar Jiménez Herrera.
Se tienen muy pocos registros sobre su vida, pues se sabe que fue abusado sexualmente a una temprana edad y que sirvió por un tiempo en el ejército, pero poco o más allá de eso; de lo que sí se tiene certeza es de su vida criminal, la cual está muy bien documentada.
El inicio del crimen
Su primer crimen se dio cuando Jiménez Herrera se encontraba de vacaciones en San Luis Potosí en compañía de quien fue su aparente esposa, Gloria Martínez, cuando el 30 de octubre del 2010, autoridades locales encontraron el cadáver de María Atino García Martínez, mujer la cual murió de una asfixia tan severa que tenía las cervicales rotas.
Su cuerpo fue encontrado en un tinaco cerca del hotel donde estaba presente el que ya era apodado en eso entonces como 'el asesino del tinaco' por diversos medios de comunicación, pues algunas cámaras de seguridad de la zona demostraron que el duranguense fue la última persona con la que Atino García se había visto previo a su fatal deceso, todo esto sucedido un día antes, el 29 de octubre.
No obstante, tras demostrar su aparente inocencia a través del testimonio de una camarista que trabajaba en el hotel en donde Luis Oscar se estaba hospedando, este fue liberado sin cargos, pese a que, incluso, confirmó no solo que si se vio con la víctima y acotó que sostuvieron relaciones sexuales, pero negó matarla; después esto, Gloria Martínez se alejó de él y decidió no volver a verlo jamás, cosa que, no sabría, pero le salvó la vida.
Graduado de asesino
Pasaron tres años cuando Luis Oscar se graduó de asesino en serie, pues, decidió irse a Nuevo León a iniciar una nueva vida, para mal, ya que fueron cerca de 16 mujeres a las que se les fue brutalmente arrebatada su vida a manos de este hombre, todas con el mismo modus operandi; ganarse la confianza de las víctimas para, acto seguido, llevarlas a moteles de paso para tener sexo y, finalmente estrangularlas hasta que no presentaran signos vitales.
La última víctima de esta persona fue Rosa Griselda Alvarado Flores, de 46 años de edad, con quien, tras sostener relaciones sexuales, golpeo hasta dejar inconsciente, ahorcó, mató y amarró de manos y piernas un 6 de mayo del 2016; tras dejar diversas pruebas de ADN en la escena del crimen, la fiscalía de la zona regiomontana logró dar con el criminal duranguense, quien confesó sin titubear que había matado a 16 mujeres y todas con el mismo método, razón por la cual se encuentra actualmente en una prisión de máxima seguridad sirviendo 123 años de cárcel, una de las penas más grandes en la historia de México.