Mario Alberto Sulú, el feminicida que fue condenado a cadena perpetua
Mario Alberto Sulú Canché nació en una fecha desconocida del año 1983, y fue una persona cuya infancia, adolescencia y joven adultez fue sumamente complicada, pues desde joven tuvo múltiples problemas con las autoridades, los cuales iban desde robos, posesión de armas de fuego, hasta acoso y abuso sexual.
Tras tener más problemas con la ley, los cuales sorpresivamente esquivó con éxito, un día Sulú, harto de todo y debido a sus dotes psicópatas y antisociales, decidió graduarse de asesino, y, aunque siendo alguien sumamente torpe, todo comenzó una fatídica tarde de junio del 2007.
Los crímenes
Alma Lucely Canul Ciau fue la primera víctima registrada de Sulú, la cual era una estudiante de preparatoria; el asesino buscó secuestrar a la joven para sostener relaciones sexuales con ella, pero ella logró huir de su perpetrador tras golpearle con un leño en la cabeza, cosa que fue suficiente para encender su furia por lo que, tras alcanzarla, Sulú tomo el mismo leño y golpeó múltiples veces en la cabeza a Alma Lucely hasta matarla.
Leydi Marlene Pech Canul y Guadalupe de los Ángeles Rodríguez Méndez fueron sus siguientes víctimas, siendo ambas asesinadas de maneras similares, siendo amordazadas, atadas, ahorcadas, violadas y golpeadas hasta perder fatídicamente la vida; sin embargo, como se dijo al principio del texto, Sulú era un criminal muy torpe y, al dejar pruebas claras de ADN en sus escenas del crimen, este fue descubierto por las autoridades.
El arresto
Además de las pruebas, diversos testigos afirmaron ver a Mario Alberto junto con Alma por última vez, razón por la cual la policía llegó a su domicilio el 4 de agosto del 2008 para arrestarle; ahí fue cuando la noticia alcanzó un estatus nacional, e incluso, ahora en vez de ser conocido por su nombre, Sulú fue apodado por los medios como el 'mata-chavitas'.
Si bien, este sostuvo su inocencia en cuanto a las muertes de Leydi Marlene y Guadalupe de los Ángeles, esto no fue suficiente, y las pruebas fueron suficientes para ser condenado a cadena perpetua por sus acciones; finalmente, Mario Alberto Sulú Canché se suicidó en prisión el 30 de agosto del 2008 ahorcándose con unos pantalones.