¿Melón o Sandía?

Así decimos en México cuando hay que elegir entre dos alternativas que no son incluyentes.

Parece que Latinoamérica, al sur del Río Bravo, se encontrará muy pronto con la disyuntiva de tomar el partido que le reditúe más a su desarrollo presente y futuro.

Hoy día se puede adoptar la política de "países activos no alineados" (active non-alligned), donde las regiones pueden permitirse estar cercanos a uno de los países poderosos en algunas tendencias y a otros en diferentes argumentos. Como los huevos tibios: ni bien cocidos ni bien pochados.

Este término fue incorporado a la política por el embajador de los USA en China, Jorge Heine, basado en un movimiento similar que existió durante la Guerra Fría.

Comento esto, ante la presencia expansiva de China en LATAM (Latinoamérica), y donde encontramos opiniones de prestigiados economistas que dicen que los líderes regionales no han considerado el riesgo de una creciente dependencia de este país. Los Estados Unidos de América siguen siendo el principal socio comercial del continente, pero China es ya el mayor socio de América del Sur, el comercio ha crecido de 18 billones de dólares (mil millones= 1 billón de dólares americanos) en 2002 a 450 billones de dólares en 2022, entre China y el sur de nuestro continente.

Ya los congresistas estadounidenses se preocupan de que estén tan cerca de ellos, "están ya en la yarda 20 de nuestro campo", dijo el senador Marco Rubio.

En México solo levantamos los hombros, ¿cómo decir que no a las inversiones, financiamientos e infraestructura, que ha dejado él vació de nuestro vecino? Seguramente este argumento surgirá en la mesa de negociaciones del tratado T-MEC en 2026, y me imagino que la discusión será tan espectacular como un Super bowl.

Los gobiernos de Sudamérica no quieren enfrentar una disyuntiva de tener que elegir bando, como así lo han manifestado y actuado en consecuencia, sabiendo que un decantamiento por cualquier país sería determinante en la nueva alineación geopolítica mundial; ellos seguirán siendo; no -alineados (por supuesto con las excepciones de Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua), y disfrutando ser los fieles de la balanza continental.

Los que sí estamos en un gran problema somos nosotros en México, y ahora más con un probable nuevo presidente en los EUA con tendencias proteccionistas. Lo que puede pasar y ya el presidente Biden lo inició, es promover programas de inversión en nuestro país para apoyar la energía verde, la digitalización y recientemente la fabricación de microprocesadores. Welcome Amigou.

Tenemos más de 3 mil kilómetros de frontera con Trump, y no nos podemos cambiar de lugar, así que la elección final es obvia, aunque seguro estará adornada con algunas cláusulas que nos permitan presentarnos como "no alineados", pero Melón no permitirá que nos indigestemos con el rojo chino de la sandía. A poco ¿no?

De todos modos deberemos estar muy pendientes, no nos vayan a chamaquear.

Ánimo