Menores infractores duranguenses sí pueden ir a la cárcel o a un internamiento: Magistrado
Los menores de edad, desde los 12 hasta los 17 años, sí pueden ser castigados legalmente por delitos cometidos, siempre que se les denuncie, reconoció Álvaro Rodríguez Alcalá, magistrado presidente del Tribunal para Menores Infractores.
El magistrado dejó en claro que, según las estadísticas que manejan, el 90 por ciento de las personas cree que los menores de 18 años no pueden ser sancionados legalmente.
“Muchos adultos lo piensan y dicen que no se hace nada en contra de los menores, por eso no denuncian alguna actividad delictiva de ellos”, comentó.
Por esa razón, explicó Rodríguez Alcalá, es necesario dar a conocer que sí existen sanciones para los menores, y que sí –dijo– se hace justicia, siempre y cuando se denuncie.
Sin embargo, aclaró que la denuncia a un menor no implica necesariamente ir a la cárcel o al Centro Especializado de Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores (CERTMI). “La denuncia es para que se apliquen los correctivos que marca la ley", afirmó.
Explicó que un joven menor de 18 años y mayor de 12 sí puede ser detenido e ir a prisión o ser internado, ya que el sistema integral de justicia para adolescentes fue creado para generar responsabilidad por sus actos, aunque existen procedimientos diferenciados.
Detalló que los menores de entre 14 y 16 años pueden ir a prisión o ser internados, dependiendo del delito, mientras que a los menores de 14 años no se les puede llevar a prisión ni internar.
“De 14 a 16 años pueden estar hasta tres años en internamiento, y de 16 a 18 años pueden estar hasta cinco años, de acuerdo con el artículo 164, y solo por delitos como homicidio doloso, secuestro, trata de personas con fines sexuales, delitos contra la salud y portación de arma de fuego”, aclaró el magistrado.
Por otros delitos, no se aplica internamiento, pero sí sanciones socioeducativas como terapias psicológicas, trabajo comunitario y otras medidas correctivas.
El objetivo, explicó, es que el adolescente que cometió algún delito, ya sea con internamiento o sanciones, adquiera experiencia con la legalidad y pueda reformarse.
“Con los adultos, la sanción es punitiva y se imponen penas; con los adolescentes, la sanción es socioeducativa, no retributiva. Se busca que entiendan que lo que hicieron estuvo mal y que no lo repitan”, afirmó.
Incluso comentó que, en el caso de los adolescentes, es posible lograr su reincorporación y evitar la reincidencia, ya que se trabaja tanto con ellos como con sus familias.
Finalmente, hizo hincapié en que es necesario denunciar los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes menores de 18 años, ya que, sin denuncia, es difícil actuar.