Mónica Rodríguez Arredondo

Para Mónica las oportunidades no se crean, se construyen, afirmando que éstas “vienen basadas en todos tus proyectos, en los que te fue bien, en los que te fue mal, en los que los soltaste y luego los volviste agarrar y retomaste, y jamás dejaste de ser disciplinada”. Sin duda, una mujer que se ha fortalecido gracias a sus vivencias que le han permitido ser la persona que es, incluyendo los malos momentos que, asegura, son los que la han sacado adelante.

Los últimos seis años, han sido una etapa de cambios “muy significativos y considerablemente grandes”. Perder a su padre y mudarse a una ciudad con una dinámica de vida diferente son algunos de los retos que ha enfrentado, sin embargo, esas vivencias son las que la han forjado como persona y mujer. Mónica Rodríguez quien se califica como una mujer visionaria y con ideales, enfrentó las adversidades de salir de Durango, para convertirse en la Delegada de Relaciones Exteriores de Chihuahua, lo que implicó despedirse de su familia, amistades y de las actividades que más disfrutaba hacer. Ella afirma que “muchas veces los éxitos se viven en soledad”.

“Hacer este cambio de Durango a Chihuahua significaba un cambio personal más allá de una cuestión de trabajo” puntualizó. Dejar la Delegación de su estado le representó un gran reto en su vida, que calificó como decisivo, “significó tomar decisiones que dolieron”. Reconoció que a la par de los desafíos, esto le permitió sanar muchas cosas. “Me ayudó a entender y a tomar el valor que yo necesitaba y a volverme mucho más fuerte, mucho más poderosa” resaltó.

A dos años de estar en su nuevo cargo se siente muy realizada y orgullosa de sí misma. Aunque, en su momento dejó algunas actividades que disfrutaba hacer, ha intentado retomarlas, como es el caso de la equitación. De igual manera, mantiene un gran gusto por la lectura y una búsqueda constate por seguir aprendiendo y actualizarse.

RETOS

“No es tan sencillo ser mujer y joven” señaló la funcionaria. Ser la delegada más joven del país la llena de orgullo y considera que esto es una manera de representar a las mujeres más jóvenes. Aunque reconoció que el éxito profesional le ha costado por el hecho de ser mujer, “yo no salí de una carrera y dije ya basta, porque me seguí preparando académicamente, porque si encontraba una oportunidad de seguir creciendo y de seguir aprendiendo, pues la tomaba, porque me la jugué y muchas veces perdí y muchas veces me caí, pero me levanté”.

La Delegada afirmó que “el poder de la mujer actual radica en la misma mujer”. “La sororidad es importante en las relaciones porque muchas veces las mujeres somos entre nosotras nuestras propias enemigas” agregó.

La siguiente meta “es seguir empoderándome a mí, creyendo en mí y que lo que logre con eso, sirva para las que vienen un poco atrás de mí, o que vienen a la par de mí, o incluso que van delante de mí”.

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