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GERARDO HERNÁNDEZ

Morena ha ganado la presidencia un par de veces, en 10 años de fundado, pero es ahora cuando tiene mayoría calificada en el Congreso General. La coalición formada con el PT y Verde suma 364 diputados. El PAN junta 71 y el PRI 36, nueve más que Movimiento Ciudadano (27). En el Senado el bloque oficialista ocupa 85 curules y las 43 restantes se dividen entre las demás fuerzas políticas. Tal dominio no se observaba desde la última etapa de la hegemonía priista, comprendida de 1988 a 1994. Morena gobierna además 24 estados y la mayoría de las legislaturas estatales. ¿Se encamina México hacia una nueva dictadura perfecta? Las oposiciones y los detractores de la 4T no albergan dudas al respecto, pero las circunstancias actuales y las del pasado son distintas. Hoy la competencia entre partidos y la celebración de elecciones libres, condiciones de la democracia, son reales. Además, Morena está por iniciar apenas su segundo sexenio.

Mientras el PRI copó las posiciones políticas, los partidos de oposición fueron ignorados y sus triunfos, escamoteados. En la segunda mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, el país entró en un proceso, entonces inédito, de Gobiernos divididos. Las reformas debieron negociarse con otras fracciones, lo cual supuso modificar las propuestas originales e incorporar nuevas ideas. Zedillo actuó rápido y en el primer mes de su mandato (diciembre de 1994) suprimió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, redujo de 26 a 11 el número de ministros y limitó su ejercicio a 15 años; antes eran vitalicios. El investigador Camilo Emiliano Saavedra escribe sobre el tema, en la introducción de la Serie Artículo 105 del Centro de Estudios Constitucionales: «(...) a cuatro días de su toma de posesión como presidente de la república, Ernesto Zedillo presentó una iniciativa de reforma constitucional en la que propuso cambios estructurales en materia de justicia y seguridad pública.

»Dado que su partido ya no contaba con los legisladores necesarios para modificar por sí mismo la Constitución, la reforma tuvo que negociarse con la oposición. Pese a los ajustes que se hicieron a la propuesta original durante el proceso legislativo, la reforma se aprobó en tiempo récord y estuvo lista para su promulgación antes de que concluyera el año. El decreto que se publicó el 31 de diciembre (...) modificó 27 de los 136 artículos de la Constitución e introdujo disposiciones relacionadas con la integración de los poderes judiciales de las entidades, la designación del titular de la Procuraduría General de la República, la creación del sistema nacional de seguridad pública y, de manera muy destacable, la organización y competencia del Poder Judicial de la Federación».

La mayorías se construyen con votos. Morena y sus socios obtuvieron los suficientes para modificar la Constitución de acuerdo con el programa de la 4T, apoyado en las urnas. Las oposiciones y los adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su sucesora Claudia Sheinbaum están en su papel de rechazar la reforma judicial y realizar protestas, pero frente a la mayoría abrumadora del partido gobernante, no les queda más que ejercer el derecho al pataleo. Los ministros de la Corte eran elegidos por las dos terceras partes de los senadores (antes del PRI y el PAN) a propuesta del presidente. En lo sucesivo serán los ciudadanos quienes los designen. «Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia», nos recuerda Alexis de Tocqueville.

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES Morena, reforma, modificar, Ernesto

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