Paradojas de la vida
¿Qué te parece el triunfo de Donald Trump? Pregunta un joven estudiante de derecho a su padre. La primera vez que el magnate Trump gobernó al país más poderoso del mundo y vecino del norte, el que ahora pregunta apenas estaba brincando de la niñez a la adolescencia. Ahora es un hombre joven, pero como estudia leyes de alguna manera le atrae especialmente el fenómeno electoral norteamericano.
Muy bueno para el bolsillo, malo para la humanidad, le respondió el progenitor. Y la verdad es que se dice que el electorado vota con las tripas más que con el cerebro, pero hay dos ejemplos que lo desmienten: vota con el bolsillo, el "órgano" más sensible del ser humano.
Donald Trump ha vuelto a ganar la presidencia prometiendo una prosperidad al pueblo norteamericano, a todas luces inalcanzable. Sin embargo, sagaz como pocos, el ahora presidente electo supo explotar una vez más los paradigmas y prejuicios más arraigados en la nación de las barras y las estrellas para pavimentar su vuelta a la Casa Blanca. Más es la esperanza de que el ciudadano en general tendrá más dinero es su cartera con él despachando en el escritorio de la Oficina Oval (así se le conoce al despacho que ocupa la persona titular de la presidencia de los Estados Unidos en la propia Casa Blanca en Washington, DC) sencillamente porque aspiran a ser un multimillonario como lo es ahora el elegido. Algo así como pensaron los neoleoneses cuando hicieron gobernador al actual mandatario Samuel Alejandro García Sepúlveda.
Naturalmente, el origen étnico y de género de su opositora demócrata Kamala Harris, ayudó a facilitarle las cosas. El racismo y machismo en los Estados Unidos son dos lastres arraigados en la sociedad de ese país habitado por 335 millones de habitantes (me parece que el primero está más acendrado que el segundo, pero vergüenza debería darles padecer de estos dos flagelos)
Así pues a partir del 11 de enero próximo nuevamente los Estados Unidos de América será presidido por un personaje claramente racista y xenófobo, con el que ya hemos coexistido antes y con el que se habrá de coexistir nuevamente 4 años más.
El problema es que ahora al sur de la frontera de EUA, gobierna un movimiento lleno de paradigmas trasnochados y resabios del pasado que a lo que conducen es frenar el desarrollo económico, justo lo contrario que ocurrirá con el gobierno de Trump.
Así pues, ahora hay un cierto optimismo en ciertos sectores de la sociedad mexicana que puede ver en el próximo gobierno de Donald Trump un contrapeso a los excesos, atropellos y errores que el " segundo piso de la 4 Transformación" está haciendo y podría seguir en esa ruta.
Así opina por ejemplo el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO) en la región sureste, Alejandro Pepi de la Peña, quien ante una entrevista periodística declaró:
"La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos será de beneficio para México, porque obligará al país a combatir la inseguridad, el tráfico de drogas y la migración en la frontera sur".
Detalló que alrededor del 50 por ciento de la economía mexicana depende del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El 80 por ciento de las exportaciones del país tienen como destino estos dos países y en ese contexto, México está obligado a cuidar y, sobre todo, a cumplir con el acuerdo comercial, "Donald Trump será una palanca de presión muy importante para el país y vendrá a poner los correctivos en los temas que no se han cumplido, lo cual es bastante bueno", consideró.
Explicó que Estados Unidos podría exigir un mayor apego en áreas en las que México ha tenido dificultades, como la inseguridad que prevalece en gran parte del país, la migración en la frontera sur y el tráfico de drogas, especialmente de fentanilo. Esta presión estadounidense, expuso, podría ayudar a mejorar las condiciones de vida de la población mexicana. "No creo que Estados Unidos abandone el T-MEC porque somos su principal socio comercial. Lo que es un hecho es que habrá una renegociación y exigirán el cumplimiento de los acuerdos," sostuvo el líder de los comerciantes.
¿Quién lo diría? Un racista se puede convertir en factor para que México corrija el rumbo donde se haya que corregir -Pepi de la Peña fue muy claro donde-. Paradojas de la vida.