Postura. En el Congreso del Estado se expusieron diversos episodios que están relacionados con el funcionamiento, maniobras, horarios y decisiones de los operadores del ferrocarril; sobre todo en el tramo que cruza por la Comarca Lagunera.
Desde el Congreso del Estado se emitió una petición a la concesionaria de operación de la línea ferroviaria Coahuila-Durango para revisar la forma en que funcionan sus corridas.
Durante su intervención ante el Pleno del Congreso, la diputada local María Luisa González López acusó que las corridas se están desarrolando de forma arbitraria y sin mayores consideraciones para los habitantes de las comunidades por donde pasan los trenes; dijo que los pobladores se quejan porque detienen sus vagones durante el día y los ponen a funcionar sin ninguna advertencia a horas de la madrugada, causando no solo molestias a la población, sino incluso accidentes con fatales consecuencias.
"Para México, el fenómeno migratorio se ha convertido en un problema con una dimensión que no teníamos con anterioridad. Ahora tenemos la presencia de cubanos, venezolanos y haitianos que no venían años atrás; se suman los centroamericanos, particularmente del Triángulo del Norte de Centroamérica que forman El Salvador, Guatemala y Honduras, además de Nicaragua", contextualizó la legisladora.
Sobre la relación entre el fenómeno migratorio y las lineas ferroviarias, dijo que por años cientos de migrantes han arriesgado sus vidas intentando llegar a Estados Unidos encima de los vagones de esta red de trenes, reconocidos por los peligros a los que se enfrentan los extranjeros en su largo viaje desde el sur de México hacia el norte, los cuales cruzan por Durango, en particular algunos tramos que pasan por municipios de la Comarca Lagunera.
Ejemplificó que hace unos días en la Villa de Nazareno, del municipio de Lerdo, dos niñas venezolanas de dos y cuatro años de edad, así como un joven hondureño de 18 años, murieron al caer del vagón del tren en el que viajaban.
Mientras que el pasado sábado 4 de mayo, un tren de carga detuvo su marcha y su operador lo dejó abandonado cerca de la comunidad Ceballos, municipio de Mapimí, dejando no solo la mercancía que transportaba, sino además a niños, mujeres, embarazadas y hombres que quedaron varados en su camino con rumbo a la frontera norte.
"Hacemos un llamado a las autoridades migratorias para que se respeten los derechos humanos de quienes por necesidad y por buscar mejores condiciones de vida para sus familias tienen que cruzar en estas peligrosas condiciones el territorio nacional", expuso.