Por qué no debes usar el mismo traje de baño sin lavarlo
Todas tenemos un traje de baño que nos encanta, ya sea por la forma que nos hace o lo bien que nos queda el color. Sin importar el motivo, amamos llevarlo en nuestras vacaciones a la playa.
Sin embargo, tenemos que ser cuidadosas con la manera en que lo lavamos. Al estar en contacto con la sal, sol, sudor y los químicos de las albercas, nos pueden traer problemas de salud.
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También son un excelente aliado en la salud digestiva¿Qué pasa si no lavas tu traje de baño?
Cuando estamos en la playa o en la piscina sólo pensamos en relajarnos, mientras disfrutamos un cóctel. Lo último que deseamos es preocuparnos por la cantidad de ropa que debemos lavar en el viaje.
Hay quienes prefieren reutilizar el traje de baño y únicamente dejarlo secar. Otra mala práctica consiste en sacudir la arena que queda atrapada en los bolsillos o el área del sostén, sin enjuagarlo.
Esta decisión podría ocasionarnos infecciones en la zona íntima, irritación, rozaduras, sarpullido y comezón. Es por ello que debemos utilizar detergentes delicados para lavarlo.
Recordemos que la vagina expulsa flujo constantemente, por lo que es importante mantenerla fresca y dejar que transpire, explica Saba. Lo mismo pasa con la menstruación, puesto que la sangre produce olores que se impregnan en la ropa interior.
Cada que salgas de la alberca, te recomendamos lavar el traje de baño y poner énfasis en la tela que recubre la entrepierna. Talla de manera gentil y asegúrate de retirar cualquier partícula extraña.
¿Cómo lavar un traje de baño?
Evitar estos problemas de salud, y muchos más, es fácil. Lavar el traje de baño también te servirá para conservarlo en buenas condiciones y así modelarlo todas las veces que se te antoje.
Todo lo que tienes que hacer es llevar una barra de jabón neutro en tu maleta. Si el lugar en el que te hospedas no tiene centro de lavado, enjuaga la prenda bajo el chorro de agua fría.
Las telas con las que se fabrican los bañadores y bikinis no pueden entrar en contacto con el agua caliente, ya que pierden su elasticidad. Exprímelas con las manos y nunca las metas a la secadora.
Finalmente, cuelga el bañador en la sombra o en un espacio con buena ventilación. Procura no exponerlos al sol pues esto también los decolora.