¿Quiénes son los 4 asesinos seriales mexicanos sin identificar?
México es un país que tiene una historia muy extensa en lo que a asesinos seriales respecta, pero la gran mayoría de estos sí han logrado ser identificados, e incluso, la historia de los mismos suele ser contada con lujo de detalle.
Sin embargo, hubo cuatro casos que conmocionaron al país, no por las causas, ni por el cómo sucedieron, sino porque, aun a día de hoy, no se ha logrado dar con las personas responsables
¿Quiénes son estos asesinos sin identificar? Aquí te contamos.
El Estrangulador Solitario
Diversos hoteles y moteles de la Ciudad de México a finales de la década de los 60 se pusieron en alerta, pues estos escondían una terrible realidad en común.
Cerca de 15 hombres de entre 25 y 70 años fueron asesinados en estos inmuebles en común, siendo más específicos, el Hotel Capitol fue el primero en donde ocurrió dichos siniestros.
Todos estos occisos compartían algo en común, pues eran encontrados por las autoridades ahorcados con diversos objetos como cables, corbatas, extensiones, o mangueras, aunado a que se presume que todos ellos pertenecían a la población LGTQ+.
Pese a que jamás se supo quién fue este criminal, muchos especularon con su identidad, pues diversos medios de circulación nacional acotaron que el principal sospechoso era un hombre joven de entre 25 y 28 años, con facciones finas y cabello largo, que conducía un Ford Falcon con matrícula 322JE; aseguraban que era un gigoló o persona que se dedicaba a la prostitución.
El mataíndigentes
Guadalajara, Jalisco, vio una serie de asesinatos brutales perpetrados entre enero y marzo de 1989, pues se reportó que entre 12 y 14 hombres en situación de calle fueron asesinados brutalmente con una pistola calibre 7.65.
Su última víctima registrada fue un antiguo ladrón, apodado "El Raffles mexicano", y tras esto, desapareció sin dejar rastro.
A día de hoy aún no se tiene siquiera una pista de quién podría haber perpetrado estos crímenes, pues las balas del arma de fuego en cuestión eran de diseño, lo cual hacía imposible rastrearlas, pese a que el perpetrador solía dejar los cartuchos en la zona del crimen.
Por su excelente manejo en las armas, aunado a su gran habilidad para no dejar evidencias, se barajó la posibilidad de que el asesino fuese un policía o militar, ya sea retirado o en activo.
El asesino del transporte público
Durante el 2006, hubo una ola de violencia poco usual en el Estado de México, pues las autoridades locales reportaron el hallazgo de diversos conductores de colectivos y taxis asesinados de manera aleatoria en las calles y avenidas de la ciudad, sin importar si fuese una zona comercial o rural.
Pese a esto, Valle de Chalco, Ixtapaluca y Los Reyes La Paz eran las zonas predilectas de este criminal, el cual su modus operandi consistía en sorprender a estos choferes entre la 1:00 y las 4:30 de la mañana con una pistola escuadra calibre .45.
Una vez terminado el trabajo, cubría el cuerpo con una manta, amarrándola con un alambre recocido.
Asesino fotógrafo
Cerca de tres arrestos fueron hechos entre agosto del 2015 y enero del 2016 en la región de Umán, Yucatán, aunque al final estos no procedieron en nada.
¿Por qué se efectuaron estos? Tres mujeres fueron encontradas con múltiples agresiones sexuales y sin signos vitales en las inmediaciones de la ciudad yucateca; aparentemente, las tres antes de morir fueron a visitar a una persona desconocida, quien supuestamente iba a fotografiarlas para una sesión artística antes de asesinarlas.
Pese a que, según la información recabada, el asesino fue identificado como Jesús Damián Arías, la realidad es que jamás se supo realmente quién cometió los espantosos crímenes.