Saludando con sombrero ajeno
Con la pretendida reforma al sistema de pensiones que el presidente López Obrador envió al Congreso para su aprobación, ha retomado el control de la agenda mediática y, sobre todo, encontró una inmejorable excusa para hacer proselitismo a favor de su candidata Claudia Sheinbaum. El propósito aparente de la medida es que todo trabajador pueda pensionarse con el 100% del salario promedio del IMSS (poco más de 16 mil pesos), pero al no tener claro de dónde saldría el recurso para poderlo hacer así, se creará un enorme fondo sin transparencia en su manejo, con los ahorros de millones de trabajadores, para costear proyectos faraónicos que no son rentables.
A partir del lunes, cuando la iniciativa se someta al pleno del Congreso para su aprobación, la narrativa oficialista será el decir que los conservadores ni el PRIAN quieren que las y los trabajadores jubilados se vean beneficiados de recibir una pensión más que decorosa.
De lo que muy seguramente no se hablará es que cuando el pasado mes de febrero AMLO presentó una iniciativa para generar un fondo de pensiones de 68 mil millones de pesos que saldrían de lo recopilado por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, además de las utilidades que tengan Mexicana de Aviación, Tren Maya y otras empresas del Estado.
Como se ha visto y comprobado, estas empresas al día de hoy no solo no generan ganancias, sino que son deficitarias. Es por eso que ahora apuntan a apoderarse de 40 mil millones de pesos que son de trabajadores de más de 70 años que no han reclamado su dinero.
El gobierno pretende confiscar, expropiar o agandallarse recursos privados, con nombre y apellido. No son recursos públicos. Además, no pueden comprometerse a realizar pagos de pensiones con recursos inciertos. En todo caso, lo correcto sería que el gobierno se diera a la tarea de localizar a esas personas para hacerles saber que cuentan con esos recursos. Habrá muchos que muy probablemente ya hayan fallecido, pero también es probable que, de estos casos, la mayoría tenga beneficiarios.
La iniciativa será aprobada por la mayoría morenista y sus aliados. Muy seguramente la oposición interpondrá una controversia para que sea la Corte que determine si la medida es anticonstitucional y le den para atrás. Pero en el mientras tanto, servirá para hacer proselitismo y "saludar con sombrero ajeno", como reza el dicho.
Esta iniciativa no resuelve problemas estructurales del sistema de pensiones ni del ámbito laboral, relacionados con la materia. Además, le significaría al próximo gobierno una herencia de riesgo que significará un compromiso creciente de recursos económicos extraordinarios.
De este nuevo capricho presidencial también uno puede suponer que los guardaditos de recurso con los que contaba el gobierno se han agotado y es necesario el hacerse de más dinero para dispersar entre su clientela y, también, que la ventaja que las encuestas le dan a Claudia Sheinbaum, de dos dígitos, quizá no sea tanta. El denominado Plan "C", que consiste en que el partido oficial arrase en las elecciones y consiga la mayoría en el Congreso y el Senado de la República, al parecer, se "desplaza hacia el piso".
@ferramirezguz