Tiempos aciagos para la ganadería estatal
Existe una gran preocupación entre los productores ante el riesgo de perder el estatus ganadero en Durango debido a deficiencias del propio Gobierno federal.
De acuerdo a lo expresado por Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera Regional, desde hace meses la Senasica y el Probive carecen de las herramientas necesarias para cumplir con su trabajo, debido a la mal llamada austeridad gubernamental.
Señaló que la Productora Nacional de Biológicos Veterinarios (Pronabive), responsable en el país del desarrollo y comercialización de productos biológicos y químicos de diagnóstico, argumenta que le recortaron el presupuesto en un 50 por ciento y, por lo tanto, ni siquiera tiene los químicos para hacer los antígenos de las pruebas de tuberculosis y brucelosis.
Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tampoco cuenta con los dictámenes solicitados por los ganaderos y solo se limita a decir que hasta junio le resurtirán.
Mientras tanto, los productores se truenan los dedos viendo pasar el tiempo, con la presión de cumplir con los requisitos de Estados Unidos para así poder exportar sus animales.
El año pasado y lo que va del 2024 han sido particularmente difíciles para la ganadería estatal derivado de la sequía, pues los bordos de abrevadero están casi vacíos y hay muy pocos pastizales. Algunos de los pequeños productores optaron por vender parte de sus animales con la esperanza de minimizar las pérdidas, pues era peor que los bovinos fallecieran de sed o hambre a mitad del campo.
Ante este escenario complicado, el Gobierno Federal tampoco ha implementado apoyos especiales, no obstante los múltiples llamados por parte de las autoridades locales para que emita una declaratoria de emergencia. La situación, pues, es complicada y, por desgracia, los que saldrán perdiendo más son los productores sociales, los que cuentan con menores recursos económicos.
En su discurso diario, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asegura que el país mantiene unas finanzas estables; por lo tanto, es inexplicable por qué se descuida un área tan importante de la economía mexicana. La administración pública federal debería de ser más moderna, pero ahora es más burocrática y deficiente.
Tal parece que lo único que realmente le importa a la "Cuarta Transformación" son los apoyos clientelares y más ahora que se aproximan las elecciones del 2 de junio, lo cual, por supuesto, es lamentable.
Punto y aparte.- Tras una intensa discusión en la que incluso casi hubo enfrentamientos a golpes, los legisladores federales aprobaron la Reforma de Pensiones, mediante la cual el Gobierno Federal podrá disponer de 40 mil millones de pesos de cuentas inactivas de Afores que correspondían a personas mayores de 70 años de edad.
Aunque los morenistas y sus aliados insistieron en que no se trataba de un atraco, los hechos confirman que actuaron de manera ventajosa, haciendo uso de su mayoría y sin tomar en cuenta las voces de oposición ni de la ciudadanía misma.
Es innegable que las empresas administradoras de las Afores han cometido excesos y en muchas ocasiones son quienes ponen trabas para que los trabajadores dispongan de sus recursos. Por eso, el Gobierno Federal en una primera instancia debió poner orden y lanzar una campaña de regularización en el tema, ayudando a las personas a recuperar lo que es suyo, no quedándoselo de manera arbitraria. Ni a la administración federal ni a los legisladores morenistas les importó saber por qué las Afores estaban inactivas; solo vieron que era una forma fácil de hacerse de recursos.
En México existe un bajo nivel de educación financiera y eso incluye el manejo de las Afores. Un importante porcentaje de la población ni siquiera sabe en cuál empresa está su dinero, no revisa los estados de cuenta y mucho menos da aportaciones adicionales. Con este antecedente, más vale comenzar a poner atención antes de que sea tarde.
Nos leemos en X: @citlazoe