Todo lo bueno empieza con V
Qué curioso que los viernes miro diferente la vida... lo más curioso es que no se me ocurren las mismas ideas, no es que las ideas del lunes sean otras, pero no siento las cargas, presiones o estímulos de un día normal y eso me trae un gran alivio mental.
Tal vez soy yo la diferente o quizá solo sea, que saber que me espera el descanso y la tranquilidad me pone feliz lo cual se agradece. Alguno de ustedes se ha preguntado alguna vez ¿porque nos gustan tanto los viernes?... supongo que sí, me atrevo a asegura que la fascinación que tenemos por este día es que seguidos tenemos dos para descansar y divertirnos.
Durante décadas, algunas empresas estadounidenses han dado a los trabajadores los viernes por la tarde libres durante el verano. En estos largos y soleados días de verano, muchos trabajadores quieren comenzar su fin de semana lo antes posible, pues saben que el verano solamente dura 93 días y 16 horas, hasta el 23 de septiembre, día en el que da comienzo el otoño.
El solsticio de verano es una celebración del regreso a la luz, nos recuerda poderosamente la luz dentro de cada uno de nosotros y el pleno potencial que cada uno tiene. En verano, los días son más largos y las noches más cortas y por lo tanto disfrutamos de más horas de sol, es la más cálida de las cuatro estaciones del año, se siente con mayor intensidad el calor, es por eso que el color del verano es el amarillo, su tonalidad asemeja los rayos del sol, es un color brillante y cálido que evoca alegría, felicidad, energía, vitalidad y optimismo, en esta estación, simplemente hay algo diferente en el ambiente, nuestro carácter cambia, se reducen los niveles de ira y agresividad y solemos sonreír y trasmitir más felicidad, por eso, suele aparecer vinculado a la diversión y la alegría. Aquí todo es diversión sin importar la hora. Ya sea de día o de noche, la diversión está garantizada.
Además de que mejora nuestro estado de ánimo, el verano nos trae muchos beneficios saludables: el gran astro nos regala el 90% de vitamina D, esencial para nuestro organismo, ya que fortalece los huesos, incrementa el sistema inmunológico, al hacer más calor, elegimos más los alimentos frescos y bueno, también tenemos la oportunidad de comer helados y tomar bebidas frías sin culpa.
La ropa es más ligera, los colores más vivos y el calzado más fresco, aquí tenemos la libertad para mostrar el cuerpo que trabajaste por meses en el gym.
La diversión en el agua tiene posibilidades infinitas ¿A quién no le gusta disfrutar de la playa, la piscina o de un buen concierto al aire libre? O caminar descalzos bajo el cielo de un azul imposible.
Lo mejor del verano es que empiezan las vacaciones, permitiéndonos dormir lo que queramos, disfrutar de tiempo libre o simplemente disfrutar de la lectura debajo de un árbol frente al mar.
Durante esta estación, son los meses preferidos para viajar, es una bella oportunidad para pasar un buen tiempo de recreación con la familia o los seres queridos. Las vacaciones no sólo son importantes, sino esenciales para renovar la energía mental y física, potenciar la creatividad y reducir el estrés.
Viajar nos expande la mente, nos desconecta de los problemas, nos ayuda a conocernos mejor, nos llena de nuevas experiencias y enriquece nuestra vida abrimos la mente, experimentamos, flexionamos, nos emocionamos e incluso, nos decepcionamos. Disfrutamos de paisajes y ciudades increíbles, probamos gastronomía diferente, miramos con otros ojos la vida. Viajar nos hace más humanos, conocemos gente, nos pone en contacto con cosas que desconocíamos y nos transforma, volviéndonos más tolerantes y sabios, más apasionados y soñadores.
En fin... el verano es una de las mejores épocas para disfrutar a la luz de las velas, de las noches llenas de estrellas con infinitas posibilidades, está asociado a la felicidad, el bienestar, las vacaciones, el descanso, el buen clima, los viajes, el tiempo libre y disfrute, así que ya sea en verano, en viernes o en vacaciones, una botella de vino siempre se comparte, no vale de nada beberlo solo. Al vino le encanta contar historias, es buen un rompe hielo, hacedor de amigos y conexión.
¿A quién no le gusta disfrutar de una buena cena y un buen vino por la noche? siempre he dicho que beber vino me genera una sensación espiritual casi sensual, el vino tiene alma, reflexiona y nos hace reflexionar, relaja, inspira... por algo le llaman 'la bebida de los dioses'. Olerlo, verlo y degustarlo me da una sensación de satisfacción, de disfrute, esas endorfinas que el vino libera generan placer puro y relajación, simboliza mucho más que una bebida, es una representación de la vida, la suerte, la fertilidad, la alegría y la celebración. Y recuerda: no hay que llenar la copa hasta el borde; la medida ideal es sólo un tercio de la misma.
