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Una deuda pendiente con nuestros compañeros de viaje

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Una deuda pendiente con nuestros compañeros de viaje

Una deuda pendiente con nuestros compañeros de viaje

JUAN MANUEL CÁRDENAS

El maltrato animal es una lacra que mancha la conciencia de nuestra sociedad. En México, y en particular en Durango, hemos sido testigos de innumerables casos de crueldad hacia nuestros compañeros de viaje: los animales. Si bien en los últimos años se han dado pasos importantes en materia de protección animal, la realidad es que las leyes actuales resultan insuficientes para garantizar su bienestar y hacer justicia cuando sus derechos son vulnerados.

 UN MARCO LEGAL INSUFICIENTE

El Código Penal Federal de México, así como el Código Penal del Estado de Durango, contemplan sanciones para quienes cometan actos de maltrato animal. Sin embargo, estas sanciones son, en muchos casos, leves y no disuaden a los perpetradores. Las multas económicas, que suelen ser mínimas, no representan un castigo efectivo y las penas de prisión, cuando se aplican, son cortas y contienen privilegios para que los primo delincuentes puedan eludirlas.

Además, la aplicación de la ley en estos casos suele ser lenta y burocrática, lo que permite que los animales sigan sufriendo mientras se llevan a cabo los procesos legales. Las autoridades competentes, a menudo desbordadas y con recursos limitados, enfrentan dificultades para investigar y sancionar a los responsables de estos delitos.

Entre el año pasado y lo que llevamos del 2024, los medios de comunicación han documentado múltiples casos de maltrato de los seres sintientes. Desde perros envenenados hasta animales abandonados en condiciones deplorables, estos hechos pusieron de manifiesto la urgente necesidad de endurecer las penas y mejorar la aplicación de la ley.

Uno de los casos más recientes es el del perrito "Tobby", que fue torturado hasta la muerte por un sujeto con problemas mentales y que contaba con antecedentes de violencia familiar. Y es que ese es el riesgo: el que es violento lo es con todo ser vivo, no solo con animales.

Si bien es complejo encontrar datos oficiales sobre los casos de maltrato animal ocurridos en 2024, es de esperar que la tendencia continúe si no se toman medidas contundentes.

Para garantizar la protección efectiva de los animales, es necesario implementar una serie de reformas legislativas y políticas públicas que aborden este problema de manera integral. Algunas de las medidas que se deben considerar son endurecer las penas, pues es evidente que las sanciones por maltrato animal deben ser significativamente más severas, tanto en términos de multas económicas como de prisión. Así como la persecución de oficio a los casos que sean detectados por las corporaciones locales, para que los potenciales maltratadores no perciban impunidad en este tipo de casos. Y en ambos ejemplos se percibe una "luz" en el Congreso del Estado para plasmarlo en la legislación, luego de que el diputado local Alejandro Mojica Narváez mencionó esta semana que serían las prioridades a corto plazo.

Pero las experiencias de otros países, con mayor cultura de la protección animal, también podrían ser una alternativa para avanzar y convertir a Durango en un ejemplo nacional. Deberíamos aspirar a crear juzgados especializados en delitos ambientales que puedan atender de manera eficiente los casos de maltrato animal. Incluso a reforzar los refugios y centros de atención para animales maltratados y abandonados, pues actualmente quienes encabezan estas iniciativas ciudadanas afrontan de manera recurrente la falta de recursos para solventarlos.

Es evidente también que las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley deben contar con los recursos necesarios para investigar y sancionar a los responsables de estos delitos, pero sobre todo es fundamental educar a la sociedad sobre el respeto a los animales y los derechos que les asisten.

Los animales son seres sintientes que merecen vivir libres de dolor y sufrimiento. Como sociedad, tenemos la obligación de protegerlos y garantizar su bienestar. Endurecer las leyes contra el maltrato animal es una deuda pendiente que debemos saldar con nuestros compañeros de viaje.

Esperemos que con la más propuestas del Coordinador parlamentario panista se abra un camino que vaya acompañado con la construcción de una sociedad más justa y compasiva para todos.

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES maltrato, casos, animales, animal

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