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¿Vale la pena 'cerrar' más calles en Durango?

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¿Vale la pena 'cerrar' más calles en Durango?

¿Vale la pena 'cerrar' más calles en Durango?

JORGE PÉREZ ARELLANO

El proyecto para convertir la calle de Pasteur en semipeatonal y la Privada Parque Nuevo en peatonal (ambas en los alrededores del Mercado Gómez Palacio, en la Zona Centro de la capital de Durango) han provocado protestas en algunos sectores de la población.

El principal reclamo de los comerciantes, quienes aseguran serán los más perjudicados, es que dicha modificación les quitará decenas de espacios para que la clientela pueda estacionarse y que las afectaciones económicas durante el tiempo que tarde la obra (con el retraso que las lluvias generarían) podría ser un golpe mortal para muchos de ellos.

No es la primera ocasión en que vemos resistencia contra este tipo de proyectos. La hubo cuando se anunció el proyecto de Corredor Constitución, calle Hidalgo, Las Alamedas y Paseo Universitario; este último no se llegó a concretar por la presión que ejercieron las instituciones educativas que se encontraban involucradas.

¿Vale la pena "cerrar" más calles a automóviles en Durango para dar pie a proyectos que promuevan otro tipo de movilidad más amigable con el medio ambiente? La respuesta dependerá de a quién se le haga la pregunta, pero lo que es un hecho es que este tipo de obras en favor de peatones o ciclistas comienzan a ser una constante en cada vez más ciudades en el mundo.

Comerciantes y consumidores, en su mayoría, seguramente dirán que no están de acuerdo. Choferes y concesionarios del transporte público también podrían oponerse dependiendo de qué tanto les afecte al bolsillo; los grupos de ambientalistas dirán que es un cambio necesario y tal vez los habitantes de la zona podrían aprobarlo si se les demuestra que serían beneficiados.

Es un hecho que la planeación urbana -históricamente- no ha sido ejemplar en Durango y que la mayoría de las veces los proyectos se van adaptando a las necesidades y a las "ocurrencias" de los gobernantes en turno. Ciudades más "jóvenes" en el país nos han demostrado que sí es posible crecer y moverse con orden, sobre todo sin depender de los automóviles.

Desde hace décadas se habló de la posibilidad de sacar el transporte público de la Zona Centro y los sindicatos lo impidieron. Se habló de la posibilidad de introducir camiones eléctricos y tampoco se avanzó por temas políticos. Se intentó establecer nuevas rutas de ciclovías y la presión social terminó por diluirlas. Se llegó a prometer el uso de tranvías para aprovechar las vías del ferrocarril y todo se quedó en promesas de campaña.

Hasta en las calles aledañas a la principal plaza pública del país, el Zócalo de la Ciudad de México, se tuvo que impedir ya el paso de automóviles para darles preferencia a los peatones y transporte público. Repito: es una tendencia que tarde o temprano las grandes ciudades están adoptando por necesidad, pues jamás habrá calles suficientes para satisfacer la demanda de los vehículos de gasolina.

A Durango le urge explorar nuevas formas de 'moverse' por su Centro Histórico que evite más contaminación, más molestias, más tráfico y, desde luego, más afectaciones económicas. Y eso no va a suceder si cada sector de la sociedad sigue privilegiando su "comodidad" a los beneficios que podría tener un proyecto integral.

Si le preguntan sobre esta obra, ¿qué respondería? ¿Quiere caminar más para ir a consumir en esa zona? ¿Quiere seguir estacionándose frente a su local y no perder su lugar? ¿Quiere atraer más visitantes en una zona donde puedan caminar? ¿Quiere vivir más tranquilo y dejar de batallar con el tráfico? ¿O de plano quiere que todo siga igual? ¿A cuál sector pertenece usted?

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES ¿Quiere, calles, proyecto, Durango

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