Ya se presentó una denuncia penal contra hospital del IMSS de Rodeo

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya inició una investigación sobre el señalamiento de una mujer, quien aseguró que arrojaron a la basura el feto que minutos antes había expulsado. De acuerdo con la investigación, el feto salió en partes, razón por la cual no se le entregó. Ya se presentó la denuncia penal.

La tarde del martes, a través de redes sociales, El Siglo de Durango dio a conocer la historia de Karla Teresa Hernández Martínez, quien acudió, junto a su esposo, para una revisión médica al hospital rural del IMSS en Rodeo. Ella es originaria de Casas Blancas, en el municipio de El Oro, a casi tres horas de distancia.

El jueves, un ginecólogo del hospital Rural del IMSS en Rodeo la atendió y le informó que todo estaba bien. Le realizaron un ultrasonido, donde encontraron que el latido del bebé era muy débil. La citaron para otro ultrasonido el viernes por la mañana, por lo que le pidieron que se quedaran en Rodeo.

El viernes por la mañana, el ginecólogo que la atendió ya no encontró latido, pero les sugirió acudir a un médico particular para confirmar el diagnóstico, ya que los ultrasonidos en Rodeo eran muy viejos y a veces fallaban.

Karla y su esposo acudieron con un médico particular, pero tampoco encontraron latido, por lo que le sugirieron regresar al hospital del IMSS. Así lo hizo Karla.

Le administraron una pastilla para que expulsara el feto y, posteriormente, realizarle un legrado. Tal como se esperaba, ella expulsó el feto en un cómodo, y el ginecólogo que la había atendido le indicó a la pasante de enfermería que lavara el feto y se lo entregara a la madre.

Sin embargo, Karla fue trasladada al quirófano para realizarle el legrado, lo que la dejó sedada por varias horas.

Cuando despertó, ya por la noche del viernes, le preguntó a su esposo si le habían entregado "el cuerpecito del bebé", pero la respuesta fue negativa.

No había a quién preguntarle, ya que era tarde, no había médicos disponibles, y las enfermeras de ese turno no sabían nada. Al ser sábado, Karla tuvo que esperar internada hasta el lunes.

El lunes, su ginecólogo no se presentó, por lo que tampoco fue dada de alta. El martes por la mañana, el ginecólogo se sorprendió de verla aún internada, pues asumía que ya estaría en su domicilio.

"Nadie me ha dado de alta ni me han entregado el cuerpo de mi bebé", le dijo Karla, lo que provocó que el ginecólogo, visiblemente molesto, fuera a investigar qué había pasado.

Eran las 10 de la mañana, y a las 11, Karla escuchó cómo llamaban a todas las enfermeras a la dirección, pero a ella nadie le informaba nada. No fue sino hasta la una de la tarde cuando decidió ir a averiguar.

El director del nosocomio la visitó, narra Karla Teresa, y, con una sonrisa de oreja a oreja, le informó que el feto había sido enviado a Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI), lugar donde se depositan los desechos tóxicos.

Cuando Karla le reclamó por qué lo habían enviado al RPBI, el director, aun sonriendo, le respondió que no estaban obligados a entregárselo. Sin embargo, cuando Karla mencionó que presentaría una denuncia, el director cambió de actitud y se retiró.

La delegación del IMSS ya inició una investigación, pero extraoficialmente, la primera respuesta del nosocomio de Rodeo fue que el feto no salió completo, sino en partes y como tejido incompleto, lo que impidió su entrega.

Mientras tanto, Karla Teresa presentó al medio día del martes 15 de octubre la denuncia penal en contra del nosocomio.