Durango

ACCIDENTE CUENCAMÉ

Accidente Cuencamé: 'fue un infierno', narran padre e hijo, sobrevivientes de autobús incendiado

Confirman que, en su trayecto, fueron detenidos en Tamaulipas, aunque no supieron si se trataba de oficiales o integrantes de grupos criminales.

Accidente Cuencamé: 'fue un infierno', narran padre e hijo, sobrevivientes de autobús incendiado

Accidente Cuencamé: 'fue un infierno', narran padre e hijo, sobrevivientes de autobús incendiado

CLAUDIA BARRIENTOS

Parecía un viaje normal, como los que estaban acostumbrados a realizar desde hace 14 años. Pero en cuestión de segundos se convirtió en una tragedia que enlutó a 13 familias duranguenses y que consternó a la sociedad en general.

En entrevista para El Siglo de Durango, Don José Luis Vázquez y su hijo José Luis Vázquez Espino, recordaron el fatídico lunes en el que, por un milagro, “volvieron a nacer”.

Todo transcurría con normalidad

Todo transcurría como de costumbre, el pasado sábado a varios de los compañeros de viaje les tocó convivir. Comieron juntos y vieron el clásico de futbol.

Y es que, como otros ocupantes del autobús, frecuentemente iban a McAllen para surtir las mercancías para el emprendimiento que les proveía el sustento para sus familias.

“Ya era como una amistad, tanto con Toño como con los operadores, por tantos años viajando con ellos, siempre todos muy amables y con mucha experiencia y responsabilidad en su trabajo”, compartió José Luis.

Asimismo, entre todos era común que se ayudaran con las maletas y siempre había disposición para apoyar a los demás, en esa fraternidad que suele generar compartir el camión durante más de 20 horas y buscar los mejores precios.

Fueron detenidos en Tamaulipas

En el trayecto de regreso a Durango, pasando por Tamaulipas, fueron detenidos por personas de las que no se tiene certeza de si serían de instancias oficiales o algún grupo delictivo. Pero después de varios minutos de incertidumbre, los dejaron continuar su camino hacia Durango, por lo que se sintieron aliviados.

Por el fuego, parecía un 'infierno'

“Fue un infierno”, coinciden padre e hijo al narrar el momento en el que inició la tragedia. Ya no faltaba mucho para que pudieran llegar a su casa a descansar después del viaje. Nadie hubiera imaginado lo que pasaría.

Algunos de los ocupantes del autobús sintieron el choque porque el frío dentro del autobús no los dejaba descansar, pero la mayoría iban dormidos; ya no volvieron a despertar.

“De repente escucho el impacto, un impacto que amortiguó mucho el camión, por lo que pienso que eso influyó para que los demás pasajeros no se estremecieran y despertaran. Veo por en medio de los asientos que viene el humo, me paro y me quedo en shock pensando que eso va a pasar, que ahorita nos vamos a bajar, que vamos a bajar nuestras cosas, me senté y me quedé en shock”, recuerda don José Luis.

Al ver que su padre no reaccionaba, su hijo lo levantó de las axilas y rompió el cristal de la ventana para que pudieran salir.

Todo fue en cuestión de segundos, no pasó mucho tiempo para que las llamas y el humo se propagaran por todo el autobús.

“Tenemos un sentimiento encontrado porque gracias a Dios que por mi hijo nos salvamos varias personas. Varios compañeros empezaron a saltar al vacío. Enseguida de mí cae una señora ya grande y después un señor que ya venía ardido desde adentro. Cuando cae yo me regreso y lo veo, me quito mi chamarra y lo empiezo a apagar, pero el mismo aire que hacía no dejaba que mi chamarra lo apagara, me la quitaba el aire. En eso cayó mi hijo, fue de los últimos que bajó y me ayudó. Se quitó su chamarra y su playera y se pone a ayudarme”, describió.

Posteriormente, como pudieron, se fueron alejando del camión y esperaron casi dos horas hasta que llegara la ayuda.

“Chemita”, el operador que iba manejando, falleció en el impacto y el otro operador, David, quien iba en la cabina de descanso, lucha por su recuperación luego de haber sido trasladado a la Ciudad de México para una atención especializada en quemaduras.

En el accidente murieron 10 mujeres y tres hombres (incluyendo el chofer del tractocamión), mientras que 12 personas más resultaron lesionadas.

“Fue algo muy impactante”, comparte Don José Luis, al tratar de describir la experiencia que, a su edad, nunca se imaginó que le fuera a tocar a vivir. Por lo que, con la voz entrecortada e intentando sobreponerse al cúmulo de emociones, hace un llamado a valorar cada momento de la vida y ayudar a los demás.

Además del dolor y la consternación, este accidente deja lecciones, como la imperiosa necesidad de que se revisen los tiempos para brindar atención en casos de accidente en autopistas como esta, la Durango-Gomez Palacio, que es de las más caras del país. Los cuerpos de auxilio de Capufe, Guardia Nacional y ambulancia arribaron casi dos horas después. Primero llegaron al lugar de los hechos familiares de los accidentados.

Fue un milagro

Padre e hijo tienen claro que están vivos de milagro.

Llevará tiempo asimilar todo lo ocurrido, pero enfatizan que cuidar la salud mental es fundamental, como lo es también en cualquier otro suceso traumático.

“Se vale hacer un duelo por la pérdida material y todo eso porque es un gran esfuerzo conseguir para hacer esa gran inversión. Pero a final de cuentas estamos aquí y eso es lo que cuenta. Yo no me imagino otro panorama: haber salido sin mi papá o que mi papá haya logrado salir y yo no. Estamos los dos y es lo importante. Y nos duelen profundamente las otras familias que no pueden contar lo mismo”.

Escrito en: ACCIDENTE CUENCAMÉ José, hijo, que,, después

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Durango

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas