
Alivia. Existen diversas alternativas para reducir su frecuencia e intensidad.
La migraña es un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en el mundo y se manifiesta con dolores de cabeza intensos, sensibilidad a la luz y al sonido, náuseas y, en algunos casos, alteraciones visuales.
Y aunque no tiene una cura definitiva, existen diversas alternativas para reducir su frecuencia e intensidad.
Una de ellas sería la más obvia, cambios en el estilo de vida. Adoptar hábitos saludables puede ayudar a prevenir episodios de migraña.
Mantener una rutina de sueño regular es fundamental, ya que dormir lo suficiente y en horarios estables mejora la salud neurológica y reduce la probabilidad de sufrir ataques.
La alimentación también juega un papel clave; evitar el consumo de alimentos desencadenantes como el chocolate, el alcohol, el café o los embutidos puede marcar una diferencia significativa. Además, es importante mantenerse bien hidratado, ya que la deshidratación es un factor que puede propiciar la aparición de migrañas.
Manejo del estrés
El estrés es una de las principales causas de migraña, por lo que es importante encontrar estrategias para reducirlo. La meditación y la respiración profunda ayudan a relajar el sistema nervioso, favoreciendo un estado de calma que puede prevenir los episodios.
La práctica regular de ejercicio moderado, como el yoga o las caminatas, también contribuye a reducir la tensión física y mental. Para quienes enfrentan niveles elevados de estrés o ansiedad, la terapia psicológica, en particular la terapia cognitivo-conductual, puede ser una herramienta eficaz para desarrollar mecanismos de afrontamiento y reducir la incidencia de las migrañas.
Tratamientos médicos
Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes, existen opciones médicas para el manejo de la migraña. Los analgésicos y antiinflamatorios como el ibuprofeno o el paracetamol pueden aliviar el dolor, aunque su uso debe ser moderado para evitar el efecto rebote.
Sin embargo, cada persona responde de manera diferente a los tratamientos, por lo que es recomendable llevar un registro de síntomas y factores desencadenantes para identificar qué estrategias son más efectivas. En caso de migrañas recurrentes o incapacitantes, siempre es aconsejable consultar a un especialista.