Amarran y encierran a mujeres indígenas por dar su opinión, en Pueblo Nuevo
En pleno 2025, y mientras México cuenta con una mujer al frente de la Presidencia de la República, en la comunidad de San Francisco de Lajas, municipio de Pueblo Nuevo, ocurrió un acto de violencia de género: durante una reunión comunal, dos mujeres fueron amarradas y encerradas por tres horas, en presencia de representantes del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), esto por expresar sus puntos de vista en la asamblea.
Una de las afectadas, Irene Chamorro Tomás, de 47 años, presentó una denuncia formal, aunque considera que las autoridades de la Fiscalía no han tomado el caso con la seriedad necesaria, ya que no se han iniciado trabajos de investigación.
Los hechos ocurrieron el 28 de julio de 2024, en el marco de una asamblea comunal convocada para modificar los estatutos y reglamentos internos, a solicitud del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.
Estuvo presente el INPI
En la reunión estuvieron Carlos Vera, representante del INPI, que dirigía la sesión junto con Manuel Ortiz Díaz, comisariado de San Francisco de Lajas.
Todo transcurría con normalidad hasta que Alfreda Alvarado Bautista, de 38 años, pidió a Paulina Tomás, tesorera del comisariado, que levantara la voz en defensa de los derechos de las mujeres.
Propuso que se eliminara de los usos y costumbres la práctica de impedirles opinar y votar en las asambleas.
La propuesta desató una discusión acalorada. Los hombres presentes comenzaron a protestar y gritar en contra de Alfreda, mientras Irene, quien en ese momento estaba realizando figuras artesanales, alzó también la voz en apoyo. Ambas mujeres exigieron respeto y pidieron que se les permitiera participar de manera igualitaria en las decisiones comunales.
Gobernador tradicional ordenó amarrarlas
Sin embargo, la situación escaló rápidamente. Según el relato de Irene, el entonces gobernador tradicional, Alberto Chamorro, ordenó que ambas mujeres fueran amarradas y trasladadas a un cuarto.
Durante el altercado, Alfredo Chamorro Padilla, hijo del gobernador, agredió verbalmente a Irene, amenazándola de manera vulgar mientras la sujetaba por la espalda "ya cállate a la v**** o te la m***", dijo.
Irene logró zafarse, pero finalmente fue sometida, amarrada de las manos y encerrada junto con Alfreda durante tres horas.“Me soltaron tres horas después, cuando la asamblea ya había terminado", acotó.
Se presentó denuncia
"Al día siguiente, el 29 de julio, viajé a la ciudad de Durango e interpuse una denuncia en contra de la mesa directiva por intento de violación y privación ilegal de la libertad”, narró Irene. La denuncia quedó registrada bajo el folio CDI/FGE/R1/DGO/09661/24.
Irene también expresó su indignación por la actitud pasiva del representante del INPI, quien, a pesar de estar promoviendo la participación de las mujeres en las asambleas indígenas, no intervino para detener las agresiones ni evitar que fueran privadas de su libertad.
Este caso, refleja los desafíos que aún enfrentan las mujeres en comunidades indígenas, donde las prácticas discriminatorias basadas en usos y costumbres persisten, a pesar de los avances legales en materia de igualdad de género.