Celebran el segundo concurso estatal de robótica Robo Steam Skills en Durango
En el Instituto Cumbres, se llevó a cabo el segundo concurso estatal de robótica Robo Steam Skills, en el que participaron 36 equipos de diferentes escuelas de nivel medio y superior.
Fernando Alonso Villalobos, coordinador de este concurso, señaló que esta segunda edición superó ampliamente la participación de la primera, en la cual solo compitieron 16 equipos.
"Ahora son 36 equipos de 20 escuelas diferentes, tanto de la ciudad de Durango como del interior del estado", comentó.
Villalobos destacó que el objetivo del evento es despertar y fomentar el interés de los estudiantes en la robótica, especialmente entre las mujeres.
"Queremos que más jóvenes se interesen en carreras afines, como la robótica, que ya es parte de la oferta educativa en varias preparatorias y universidades", explicó.
Las categorías de la competencia
En esta edición, los participantes compitieron en tres categorías: sumo futbol, sumo y siguelíneas.
En sumo futbol, la competencia se realizó por equipos. Cada equipo cuenta con dos robots que intentan meter gol en la portería contraria.
En sumo, el objetivo es que el robot saque a su contrincante de un área limitada. En ambas categorías, los robots son controlados a distancia por los participantes.
En siguelíneas, los robots no tienen conductor; deben guiarse de forma autónoma a través de líneas en un circuito con distintos grados de dificultad. Ganan aquellos que completan el recorrido sin salirse de las líneas en el menor tiempo posible.
Experiencia de las participantes
Denisse, Valentina y Keily, alumnas del CBTIS 89, participaron por primera vez en la competencia. Denisse y Valentina contaron que desde niñas les ha llamado la atención la robótica, por lo que ahora decidieron concursar.
"Es muy gratificante construir estos robots, sobre todo cuando sabes de programación. Cuando pruebas tus equipos, es divertido ver lo que pueden hacer", mencionaron.
Sin embargo, reconocieron que el costo de los materiales es un reto. "No es barato hacer este tipo de robots. Solo las baterías cuestan alrededor de 200 pesos, sin contar el material para fabricar las piezas en impresoras 3D y otros gastos. En total, creemos que hemos invertido alrededor de 600 pesos por robot, o quizá un poco más", explicó Denisse.
A pesar de los costos, las tres estudiantes aseguraron que seguirán participando en esta disciplina, pues es una actividad que realmente les apasiona.
